Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
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La plata...una luz para Ecuador
miércoles, 17 de marzo de 1999
Octavio Fitch Lazo

Me conmueve profundamente la crítica situación por la que atraviesa nuestro país hermano, Ecuador, la víctima más reciente del sistema financiero internacional. Según lo reportan las noticias, la banca acaba de reanudar sus actividades, luego de una semana de permanecer cerrada; el descontento social, debido a la reciente devaluación y las medidas que se tomaron de emergencia, crece rápidamente. Ayer, cientos de taxistas mantuvieron prácticamente sitiada a la ciudad de Quito; hay largas filas de ciudadanos esperando retirar sus ahorros de los bancos. El gobierno eleva el precio de las gasolinas, y pide ayuda a la comunidad financiera internacional, para enfrentar la situación.

¿Cómo comenzó este desastre? Igual que comenzó en México, o en Brasil: fuga incontenible de divisas. Ante la incertidumbre, miles de ecuatorianos e inversionistas extranjeros retiraron 2,000 millones de dólares en cuestión de días y, en un intento de frenar la corrida, el gobierno decretó el cierre de los bancos. El saldo será, igual que en México 95, quiebra de deudores, industrias e insolvencia generalizada de la población.

Algunos sectores de la comunidad política ecuatoriana proponen la dolarización abierta de la economía, a fin de evitar esta situación en el futuro. El argumento es el mismo que se esgrime en todo América Latina: si nosotros no somos capaces de mantener una moneda sana, luego entonces, hay que plegarnos a otros países que, aparentemente, cumplen mejor con esta función. "Reconozcamos nuestra incapacidad", es la principal demanda de quienes impulsan la dolarización. Afortunadamente, para desilusión de quienes intentan convencernos de nuestra inferioridad administrativa o cultural, la posibilidad de contar con una moneda estable, no es consecuencia de la capacidad, la idiosincracia o la naturaleza de nuestros sistemas políticos; depende de consideraciones económicas concretas, de acertar en el diagnóstico y, en último caso, de tomar decisiones muy sencillas para corrgir nuestra situación.

A la luz de la propuesta mexicana para platizar la economía, cabe la pregunta: ¿qué hubiera pasado si en Ecuador circulara una moneda de plata?. Los ciudadanos... ¿hubieran cambiado su plata a dólares? ¿hubiera existido la necesidad de correr para protegerse? ¿se hubieran vaciado los bancos? ¿Se hubiera precipitado esta crisis? La respuesta, lógica, es: NO. Nada de esto habría sucedido.

Probablemente, la baja de los precios del petróleo, fuente importante de recursos para Ecuador, o el déficit excesivo del gobierno, hubieran obligado a tomar drásticas mediadas, pero éstas sólo habrían afectado al gobierno, y no al resto de la población, que perdió 40% de su patrimonio de un día para otro. Esta situación es injusta, a todas luces. Con una moneda de plata, independientemente de los errores del gobierno, la población tendría asegurado el valor de un dinero que, legítimamente, ya ganó mediante el esfuerzo y el trabajo.

Cada día resulta más evidente que la falla oculta del multicitado neoliberalismo, radica en la debilidad de las monedas, que carecen de un valor intrínseco, propio, y dependen de las reservas en dólares para mantener su estabilidad. Para los inversionistas internacionales, el peso, el sucre o el real, no son más que instrumentos de paso, aprovechables mientras ofrezcan altos rendimientos. Elevando las tasas de interés, en prejuicio de la economía productiva, intentamos convencer al dólar para que pase un día en nuestra casa, hasta que una mañana súbitamente despertamos y... se ha ido... en pos de mayores rendimientos. Es así como sobreviene nuestra crisis, social, económica y moral.

Pretender atarnos al dólar equivale a mudarnos a una casa en la que ya se nos advirtió que no somos bienvenidos. Hace algunas semanas, Alan Greenspan, director de la Reserva Federal estadounidense, declaró: "la FED no puede convertirse en banco central de otros países, ya que sólo sirve a los intereses de Estados Unidos". A pesar de esta anuncio ¿vamos a insistir en dolarizarnos?

Latinoamérica no tiene más que un camino, viable desde el punto de vista económico, político y cultural: crear un sistema monetario y financiero basado en un recurso que le es propio, y que nos mantiene al márgen de chantajes y especulaciones. La moneda de plata, y los billetes redimibles a la vista en este metal, nos darán estabilidad, progreso y una razón más para sentir orgullo de ser latinoamericanos.

El momento de tomar una decisión trascendental se acerca. ¿Dólar o plata?, ¿independencia o sumisión?. No tengo la menor duda acerca del camino que vamos a elegir. Para Ecuador y Latinoamérica, valga este mensaje: la noche es más obscura, cuando el amanecer se acerca; el brillo de la plata ya lo anuncia, majestuosamente intenso.