Hace dos meses, el 21 de mayo pasado, dijimos que la dolarización en Argentina le iba a causar problemas insolubles.
Ya comienzan los problemas serios. Lo que no se aprecia claramente, es cómo estos problemas están ligados con la dolarización, que tanto se ha elogiado y puesto por los cielos, especialmente por los americanos, como un ejemplo a seguir por México y todo el resto de América Latina.
La dolarización no sólo significa la completa colonización por el poder norteamericano. Tiene defectos fundamentales que es necesario comprender. Estos defectos no nos los van a hacer ver los americanos, puesto que ellos tienen sus intereses, que no son idénticos a los nuestros. "Aplican restricciones", según dirían los americanos; o como decían los romanos, "Caveat emptor" – que el comprador tenga cuidado; o como diríamos nosotros, "un ojo al gato y el otro al garabato".
Bajo el régimen de Caja de Conversión – que es la dolarización disfrazada de moneda nacional – o bajo la dolarización completa, con uso del propio billete verde, cuando hay exceso de importaciones sobre exportaciones, se reduce el circulante, porque salen dólares para pagar las importaciones que han entrado en exceso de las exportaciones. (Da lo mismo, sea Caja de Conversión o dolarización con billete verde).
Cuando se cayó Brasil, se redujeron las ventas de automóviles (entre otras cosas) a Brasil, pues al devaluarse la moneda brasileña, resultaron más caros los automóviles argentinos, donde los costos permanecieron fijos, en su régimen de dolarización que colocó al peso argentino a una paridad de 1:1.
La moneda europea, el euro, también se ha devaluado frente al dólar, como todos sabemos. Esto quiere decir que el peso argentino ha subido también frente al euro, y Europa es un mercado importante para la Argentina.
Las exportaciones argentinas han mermado, lo cual quiere decir que el circulante argentino se ha contraído. (Déficit de exportación = disminución de circulante.)
Esta es una situación deflacionaria, de contracción. Los bancos batallan para cobrar créditos, pues el dinero escasea, lo cual incrementa la cartera mala de los bancos. Los intereses tienen que subir, lo cual aprieta aún más a los deudores. No sólo hay menos ventas, sino que el cargo por intereses resulta mayor – una doble pinza.
Resulta que el gobierno tiene gastos impostergables, como pago de su deuda externa. Para hacer el pago, necesita ingresos. Debido a la situación deflacionaria, las empresas están pagando menos impuestos, porque tienen menores ganancias. A esto, el gobierno responde con mayores impuestos para recabar lo necesario. Otro golpe al aparato productivo: impuestos mayores en una situación deflacionaria.
Otro golpe adicional: si las tasas de interés en E.U. suben, como ha venido sucediendo, esto significa que los intereses de la economía dolarizada también tienen que subir. Lehman Brothers opina que el problema de Argentina es que no incrementa la productividad con la velocidad necesaria. Para ello, según se lee en la prensa, haría falta "reducir la rigidez del mercado laboral", lo cual traducido quiere decir que los argentinos necesitan bajar sus salarios al nivel de China. Empobrecerse para prosperar, en otras palabras.
El modelo es como sigue: exportar para prosperar, porque las exportaciones traen dólares; pero para exportar, hay que bajar sueldos. O sea, empobrecerse para prosperar.
La alternativa a no exportar, o no vender el patrimonio argentino a los americanos via privatizaciones es: 1. Que el gobierno no pueda cumplir con sus pagos de la deuda interna, y externa (moratoria) o 2. Abandonar la dolarización y dejar que se devalúe, una vez más, el peso argentino.
Por comparación, los americanos no tienen el problema de esa alternativa. No tienen problema con cumplir con sus pagos de deuda interna, ni externa, porque fabrican dólares, y fabricarán todos los que se requieran para sus pagos. Lo que van a hacer, en un futuro cada vez más cercano, es devaluar, porque su déficit de exportación ya va para $300 mil millones de dólares este año, encima de $230 mil millones el año pasado. Al devaluar el dólar, más difícil se hará a la Argentina, exportar a E.U. Más contracción y padecimiento representará.
La dolarización ha sido dolorosa para Argentina, no provechosa. Si hubieran optado por una "platización" de su economía como nosotros proponemos para México, no tendrían tantos problemas. Quedarían algunos problemas, porque no existe un Paraíso Terrestre, pero no serían tan graves.
1.- Subsistiría el problema de que el gobierno, como cualquier particular, no podría gastar más de lo que puede pagar, sin incurrir deudas. Tendría que limitar sus gastos a sus ingresos, para mantener su solvencia. No podría subsidiar las pensiones de los argentinos, como quiere hacer, sin poder cumplir, el día de hoy. La plata NO elimina la necesidad de disciplina fiscal.
2.- La plata NO garantiza que todo mundo va a ganar lo que quiere.
Las ventajas de una moneda de valor intrínseco como la plata:
1.- La moneda dura permite que el sistema bancario recoja depósitos en plata, a largo plazo, lo cual evita el derrumbe del sistema financiero que ocurre cuando los dólares golondrinos quieren alzar vuelo.
2.- La moneda dura, de plata, da lugar a una tasa de interés más baja, porque la plata es una moneda de calidad superior al dólar. La tasa de interés basada en la plata, es independiente de la tasa que genera el dólar.
3.- La moneda dura, de plata, permite que subsista el sistema monetario intacto, no obstante todo tipo de problemas políticos. La plata no se devalúa, no se evapora su valor.
4.- Sobre un sistema financiero sólido, se puede construir una economía que no va a verse quebrantada por la partida de una moneda extranjera. Primero, porque los capitales golondrinos no son necesarios, ni recibidos, por el sistema financiero. Segundo, porque los propios argentinos no tendrían porqué huir con sus capitales. Se acaban los "sacadólares".
5.- El centro de gravedad nacional, se coloca dentro de la propia Argentina, y no en Nueva York. La producción nacional se vuelve preponderantemente para beneficio nacional, y no para exportar barato a los E.U. Las exportaciones son buenas, mas no deben ser prioritarias en una nación, especialmente en una nación con tantos recursos como Argentina.
6.- Se defiende la Argentina de una desnacionalización a favor de quienes fabrican la moneda que circula actualmente en su país, el dólar. Con dólares ilimitados, los americanos están planeando la compra total del hemisferio. Con papeles, no con bienes, pretenden hacer esa compra. Con un sistema "platizado", las privatizaciones y otras inversiones extranjeras, predominantemente americanas, se harían mediante el pago con plata, un valor tangible e inmutable, y no con papeles fabricados por computadoras.
7.- Con moneda dura, de plata, Argentina recibiría un verdadero alud de ofertas de inversión del extranjero.
El actual sistema de dolarización en Argentina, impone toda la disciplina de la plata, sin ninguna de sus ventajas. La dolarización ha sido mal negocio.
Preguntamos: ¿Eso conviene a la Argentina? ¿Eso conviene a México? ¿Por qué no usamos la plata, argentinos y mexicanos, que dicho sea de paso, sería un medio ideal, neutral políticamente, para integrar las economías de América Latina?