No tiene la culpa el gringo, sino el que lo hace compadre.
Con el debido respeto.
La señora Judy Shelton es profesora de finanzas internacionales en la Escuela Superior de Liderazgo Empresarial Duxx, en Monterrey N.L. ¡Felicidades!
Y el diario El Economista, que atinadamente dirige mi amigo Luis Enrique Mercado, le presta el prestigiado Foro Económico para que exponga sus teorías. ¡Otra vez, felicidades!
Y me imagino a sus alumnos(porque he dado alguna conferencia a ese maravilloso alumnado de muchachos norteños), ávidos de aprender, escuchando las palabras de la Señora Shelton o leyendo sus artículos. Mis condolencias.
Porque audazmente propone como mágica solución, como final feliz de película de Hollywood, la dolarización total del continente americano. Porque resulta que con el uso de silogismos económicos llega a conclusiones equivocadas, sofismas que expone como verdades.
Para ella, se identifican nuestros intereses con los de los Estados Unidos.
Expone que los villanos de la Unión Europea insidiosamente infiltrados en la reunión de Río de Janeiro, negociaron una zona de libre comercio que incluiría Europa y toda América Latina, para julio de 2001. (A mí personalmente, me gusta más llamarla Iberoamérica, cuestión de gustos).
Mientras esto sucedía, los E.U. andaban inocentemente preocupados con un alza de las tasas de interés. ¡Pero que inconscientes! .
Cito textualmente:
"Pero la fórmula para mantener la prosperidad económica de los Estados Unidos incluye aumentar las exportaciones y ampliar los mercados en todo el mundo. América Latina es claramente un mercado atractivo y lógico para los exportadores e inversionistas estadounidenses. Los países miembros del Tratado de Libre Comercio para América del Norte representan ya un enorme mercado común que da acceso sin aranceles a productores y consumidores del otro lado de las fronteras..."
Pst... Judy... ¿no lee Ud. los periódicos, verdad? Porque si los leyera, se abría enterado de las dificultades que han tenido nuestros productores de cemento, atún, jitomate, aguacate, acero y otras cosas para lograr que se respeten las condiciones del Tratado de Libre Comercio. Hasta ahora, cada paso ha sido difícil y doloroso. La imposición de aranceles, impuestos compensatorios, embargos y bloqueos, ha ido sometiendo a nuestros países a dolorosas dificultades para hacer cumplir las condiciones que teóricamente están pactadas. En este momento, hay una acusación de dumping en el precio del petróleo. Es cínica y obscena, porque si algo nos gustaría, sería un precio justo para nuestros recursos naturales no renovables.
Los Estados Unidos tienen que aprender a tratar a sus socios comerciales equitativamente.
Es verdad que el Tratado de Libre Comercio ha abierto mercados, es verdad que ha modificado substancialmente la economía de México, pero también es cierto que la apertura ha sido desigual y no siempre benéfica.
Reclama a su país que muestre una indiferencia que se aproxima a la negligencia. Habla de los políticos norteamericanos que simplemente se encogen de hombros ante el avance de los europeos en su relación con América Latina. Les reprocha que hay incluso señales de proteccionismo en la industria del acero. Hace una relación de estos avances y de la creciente inversión europea en América Latina. Pero lo pintoresco de su punto de vista, es que dice: "... la Unión Europea sigue siendo vulnerable a las acusaciones de que no es exactamente un modelo de virtud en lo que se refiere al libre comercio. Los productores agrícolas de Europa se benefician de protecciones arancelarias contra sus competidores latinoamericanos de carnes, cereales, vinos y productos lácteos. Adicionalmente, los agricultores europeos reciben subsidios que favorecen las ventas de exportación ".
(¡Que canallas esos europeos, caramba, que diferencia con los americanos!. Además, la apertura se hizo para los norteamericanos, no para esos mugrosos extranjeros, que ni siquiera hablan inglés!).
Y se pregunta la señora Shelton: "¿Por qué no están los E.U. presentando sus propios argumentos sobre el libre comercio y enfatizando la importancia de las relaciones entre los E.U. y América Latina?". Y luego afirma: "Tomar como un hecho sus relaciones con los países de la región podría resultar un error muy costoso en términos económicos y políticos".
Agrega que para "aumentar" el error de Washington está el hecho de que Argentina ha iniciado una campaña para introducir una moneda única en los países del mercosur, basada en el dólar estadounidense…
Y de ahí arranca:
"¿Qué mejor manera para que E.U. desarrolle vínculos comerciales y de inversión con esta lucrativa región (el subrayado es mío) que a través de una asociación monetaria…? ¿Cuál mayor compromiso al libre comercio que buscar mútuamente establecer una moneda común desde Alaska al Cabo de Hornos?".
Como diría mi cuate "El Charifas", que habla como Judy escribe: ¿Qué más mejor?
Con lógica Yanqui y viéndolo desde el Potomac, compara la posible dolarización con el Euro. Pequeña diferencia, "seño" Shelton. El Euro es una moneda cuya emisión NO es facultad unilateral. La proposición del lacayo Menem es la hegemonía norteamericana. Diferencia que para Ud. debería ser evidente.
Me aterra pensar lo que estará diciendo Ud. en clase.
En realidad, no es culpa suya, "seño" Shelton. Su patriotismo es indiscutible, digno de ser alabado. Su lealtad hacia los E.U. es comprensible. Lo único malo es que las ventajas que usted ve en el asunto son todas para Washington y ninguna para América Latina.
Pero no es culpa suya, porque no tiene la culpa el gringo sino el que lo hace compadre.