Se dispara el déficit de exportación en Estados Unidos

viernes, 20 de agosto de 1999

Hugo Salinas Price

El déficit en la balanza de pagos de los Estados Unidos, se incrementó a una cifra sin precedentes, durante el mes de junio, según informes del gobierno americano emitidos el 19 de agosto. El déficit ascendió a $24.6 mil millones de dólares.

Los E.U. han usado nuevamente su tarjeta de crédito ilimitado, cuyo saldo no tiene que pagarse, para surtirse en el mundo, de $24.6 mil millones de dólares de inversiones y mercancías.

La tarjeta de crédito americana consiste en que como su billete verde – papel al fin – goza del privilegio de ser "moneda de reserva" de todos los bancos centrales del resto del mundo, los bancos centrales, entre ellos el Banco de México, están ansiosos de recibir esos billetes verdes; en forma parecida, nuestros indígenas estaban ansiosos de recibir espejitos y cuentas de colores de los conquistadores españoles, a quienes entregaban oro a cambio.

Los primeros en recibir los billetes verdes, en México, son los exportadores; a ellos les compra sus dólares el Banco de México, y los paga con pesos mexicanos. Así, vienen a incrementar la masa monetaria mexicana, los papeles verdes americanos. Los americanos pueden inflar su crédito y su circulante, sin que se perciba notable incremento de precios en E.U., porque viajan al extranjero sus nuevos billetes, y allá compran mercancías baratas. Están exportando su expansión de crédito desenfrenada, y causando inflación fuera de sus fronteras. (Donde se nota la enorme expansión de crédito americana, es en los precios de las acciones y en el auge del sector inmobiliario.)

En los recintos de altas finanzas, a escondidas del escrutinio público, hoy está en proceso una tremenda guerra entre los amos financieros de E.U., y el mercado mundial. Los amos financieros de E.U., luchan por conservar el priviliegio de la tarjeta de crédito ilimitado con saldo que nunca se paga, contra un rival formidable: el deseo de poseer oro, del mercado mundial. La estrategia para derrotar al rival, es hacer creer que el valor del oro va para abajo y seguirá para abajo por mucho tiempo. Sin esta creencia, el mercado se lanzará a comprar oro y la era del dólar como moneda suprema habrá concluido. El precio del oro se iría a las nubes, el valor del dólar se desplomaría y el mundo se reorganizaría sobre la base del oro como moneda de reserva, no el dólar.

El bloque anglo-americano, para desmoralizar al mercado mundial respecto al oro, le asesta tremendos golpes con declaraciones de ventas futuras, con ventas muy publicitadas, y con intervenciones cada vez más descaradas en los mercados del oro, para golpear el precio en cuanto parece querer subir. Cada vez se transparenta con mayor claridad, la desesperación de los E.U. por conservar su injusto privilegio.

Todos los recursos de la Guerra Psicológica y del combate financiero, se están desplegando en defensa del pilar funadmental del Imperio Americano: la aceptabilidad indiscutida de la moneda que fabrica el Imperio. Sin embargo, la sed mundial de oro data de milenios, y no será extinguida sin transformar la naturaleza del ser humano, cosa imposible. Para frenar momentáneamente esa sed, el Tesoro americano puede vender oro a precio cada vez menor. Pero al hacer esto, sólo incrementa la sed, y las cantidades que tiene que vender el Tesoro son cada vez mayores. Llegará el momento, en que tendrá que aventar la toalla el Tesoro, porque a diferencia del dólar, que puede imprimirse en cantidades ilimitadas, la cantidad de oro que posée el Tesoro, aunque grande, no es ilimitada.

Todos los medios de comunicación a disposición de los gobiernos británico y americano, proclaman que el oro ha muerto, que como inversión es pésima, que su futuro es negro. Sin embargo, las cifras no concuerdan con esas evaluaciones: el día 18 de agosto pasado, el World Gold Council informó que la demanda de oro en el primer semestre de este año, sumó 1,598 toneladas métricas, un aumento de 35% sobre el mismo período el año anterior. La demanda anual excede en más de 800 toneladas, lo que producen las minas, y con los precios baratos, el déficit se incrementará. Para que el precio no suba, se necesitará que vendan su oro los bancos centrales, especialmente la Fed de E.U., porque los europeos no ven con buenos ojos esta guerra contra el oro de los anglo-americanos.

Nadie lo dude, el oro triunfará sobre todas las manipulaciones y toda la mala prensa. Los días de la tarjeta de crédito ilimitada, con saldo que nunca se paga, están contados. Un "Nuevo Orden Mundial" se perfila, mas no el que creían dominar los E.U.

Los americanos creyeron tener el mundo entero en sus manos, al caer la Unión Soviética. Si como potencia imperial mundial hubieran tenido la sagacidad de ofrecerle al mundo un "Nuevo Orden Mundial" basado en la reforma del sistema monetario internacional, y el reestablecimiento del oro como moneda mundial, hubieran sentado las bases para un imperio duradero. Pero insistieron en usar su moneda de papel, irredimible, una moneda esencialmente socialista. Como pilar de su poder, conservaron una moneda ideológicamente digna de su adversario derrotado.

Correrá el imperio mundial de los E.U. la misma suerte que la Unión Soviética: su disolución por contradicciones internas. La economía soviética era de "mando central", estatal. No funcionó. El imperio mundial americano es de explotación mundial, con base en su moneda estatal, socialista, irredimible, de papel, instrumento de control político nacional y mundial. Esa explotación no podrá perdurar. Empobrece y desestabiliza en el extranjero, y dentro de E.U., las importaciones baratas causan dislocaciones e inconformidad internas.

El oro derrocará, tarde que temprano, al Imperio Americano, al que ha faltado la sagacidad para fincar sus cimientos sobre la base duradera de moneda de calidad.