Más de la mitad de la banca quedará en manos extranjeras

martes, 4 de abril de 2000

Octavio Fitch Lazo

Fuente: Milenio Diario, página 33.

“Con la fusión de Bancomer al Grupo Financiero BBVA y la adquisición de la mayoría accionaria del Grupo Financiero Inverlat por el Banco de Nueva Escocia, los extranjeros controlan hoy en día el 47% de los activos del sistema, de acuerdo con estimaciones de  la Asociación de Intermediarios Financieros.”

 “Pero, si los grupos Serfín y Bancrecer, instituciones financieras que el IPAB venderá entre mayo y septiembre, quedan en manos extranjeras, el capital foráneo controlará el sistema de pagos nacional”.

 ¿Cuál es la razón del fracaso bancario?

 Octavio Fitch Lazo

El peso, la moneda de papel que utilizamos. Un sistema bancario no puede operar correctamente si carece de una moneda estable, que inspire confianza a la gente. La moneda -el dinero- es la "materia prima" con la cual trabaja un banco. Si ésta materia prima es defectuosa, luego lógicamente, todo el sistema tiende a serlo.

Por comparación, así como un edificio se construye con ladrillos, el sistema bancario y financiero (las pensiones, los ahorros y las inversiones) están expresadas en "ladrillos" que se llaman "moneda". Ahora pensemos: ¿Qué le sucede a un edificio, si de repente todos sus ladrillos se reducen de tamaño?... ¡Se derrumba!

Esto es lo que nos ha sucedido una y otra vez: nuestro edificio financiero se ha derrumbado estrepitosamente, debido a la mala calidad de la moneda. Se culpa a los arquitectos, banqueros y políticos; se culpa a los planos, legislación “inadecuada”; e incluso a los inquilinos, “cultura del no pago”; pero la verdadera razón, en las narices de quien quiera verla, radica en algo mucho más elemental:

- Los ladrillos, señores, ¡los ladrillos!

La causa del fracaso bancario mexicano es la moneda de papel que utilizamos. Desde hace 25 años, las interminables devaluaciones han acabado por descapitalizar la banca. Ahora, en vez de reconocer esta situación y optar por una moneda verdadera, estamos a punto de entregar al extranjero este sector estratégico de nuestra economía.

¿Cuánto más de nuestro México se rendirá a cambio de dólares, estos billetes de papel sin ningún valor intrínseco? ¿Seguiremos aceptando los espejitos y cuentas de colores, de los conquistadores del Siglo XXI?