Extracto de una carta de Hugo Salinas Price que resume su visión

martes, 6 de marzo de 2001

Hugo Salinas Price

2 Marzo del 2001

Estimado Amigo:

¡Gracias por todo, especialmente por su entusiasmo por la propuesta de la plata, y por el apoyo mostrado a mi persona!

Es muy halagador ver cómo han recogido con tanta fuerza y convicción la idea de que debemos contar con una moneda auténtica los mexicanos, y no seguir a la deriva con papeles.

Anoche estuvo en casa mi hijo Guillermo, que vive en Monterrey, y comentábamos que las ideas son como un verdadero "virus"; las ideas se van comunicando y difundiendo, y van cobrando una especie de vida propia. A veces llegan a pegar tan duro que cambian a toda una sociedad, para bien o para mal. Así fue el caso de las ideas (nocivas) de los pensadores de la Ilustración Francesa, que se difundieron y se posesionaron tanto de la gente, que finalmente desembocaron en una terrible revolución (1789).

Pues, estas ideas de la necesidad de re-establecer moneda auténtica, así son, también contagiosas. (¡Esperamos que para bien!)

Todo lo que sea apoyar la plata es bueno, porque va enfocando la atención a donde debe estar, en ese magnífico metal precioso que abunda tanto en nuestra patria.

Respecto a tus planes, ya más detallados y más agresivos, quiero decirte algunas ideas mías.

Me alegra tu empuje por tan loable objetivo, pero...creo que tus planes son extra-ambiciosos. ¿Cómo te diré? Quieres llegar muy pronto a tu objetivo. Yo también comencé así, en 1995, enfocando mi pensamiento a la posibilidad de una Reforma Monetaria. Me pasé meses tratando de hallar un camino hacia ese objetivo, hasta que por fin, caí en la cuenta de que:

El sistema monetario mexicano, junto con el sistema financiero mexicano con el cual está inextricablemente ligado, no es reformable.

La expansión de crédito en México ha sido a través de muchos, muchos años, mucho muy fuerte, y por consiguiente se ha construido toda una estructura de inversión, que en realidad está mal fundamentada. Esto, porque la expansión de crédito no se ha hecho sobre la base de un verdadero ahorro, sino que la expansión de crédito ha venido créandose de la nada, de la simple impresión de billetes, o más precisamente, de la simple creación de saldos nuevos en cuentas de cheques.

Se han desviado recursos escasos, de aquellos usos a los que deberían haberse aplicado (que no podemos saber cuáles pudieran haber sido, naturalmente) a usos menos importantes, gracias a que se creó crédito previamente inexistente y para el cual no existían ya ahorros apartados.

Toda expansión de crédito que se hace a partir de aire, sin contar con ahorros previos, representa mal-inversión. Esto da pie al famoso "business cycle", pues después de suficiente expansión de crédito, por razones inevitables, tiene que llegar el momento en que la economía no aguanta más la mal-inversión, y viene la liquidación, o sea, la crisis y el colapso de precios y de empresas, que no es más que el saneamiento de la economía, de todo lo que fue error, mal-inversión de recursos y desviación de recursos de su óptimo uso.

Así está México. Está el país, colgando de alfileres, todo es precario y dado a la inestabilidad. Por ejemplo, la expansión de crédito fomentó a la industria de exportación en forma preferente. Y ahora, que el mercado americano se derrite y esfuma, ¿Qué va a pasar? Pues habrá una terrible crisis y tendrán que quebrar multitud de empresas mal fundamentadas, cosa que no se podía apreciar, porque la creación de crédito - y de dinero, por consiguiente – tanto en E.U. como aquí en México, no permitía ver la realidad. Lo que parecía bueno, resultó no serlo.

Si a este país, o a cualquier otro, le reformas el sistema monetario, se viene abajo todo, ipso facto. Porque la estructura está podrida, y no aguanta que cese la expansión de crédito. En otras palabras, tenemos que seguir con inflación (creación de crédito, o creación de circulante adicional) queramos o no. Es como la adicción a la droga: si se priva al adicto de su narcótico, corre peligro de morirse. Así está nuestra economía, y la de todo el mundo. No hay forma de parar esto, sin que se venga abajo toda la estructura productiva del país. ¡No podemos hacer eso!

Nadie en el gobierno, y menos en la iniciativa privada, va a apoyar una Reforma Monetaria.. El Congreso tampoco; ni el Banco de México, que controla la Casa de Moneda.

Ya no podemos reformar el sistema monetario, porque sería sentenciar a muerte a México.

Sólo hay, a mi modo de ver, un camino viable: necesitamos comenzar a reconstruir desde abajo, por los cimientos, como toda obra.

Nuestro plan tiene que ser muy sencillo, muy simple, sin complicación alguna, sin que alarme a nadie y tan inocuo que nadie se oponga. Tiene que comenzar como una pequeña semilla que se siembra, y nadie le da importancia.

Esa semilla, ese cimiento, es: poner tanta moneda de plata en manos de los mexicanos, como sea posible, lo más rápido posible.

La abundancia de plata en manos de mexicanos, a precios muy semejantes al precio del metal intrínseco, dará lugar,  por fuerza de leyes económicas inmutables, a que con un poco de tiempo y de publicidad apropiada, el público comience a usar dichas monedas en el comercio.

Se habrá logrado así:

1. Que los mexicanos tengan ahorros en plata, que les servirán bien en las grandes crisis que marcarán nuestros días próximos.

2. Que los mexicanos tengan una moneda de plata que circule en paralelo con el papel, siendo el papel, tanto el dólar como el peso mexicano. (Pero, ¡No legitimemos el circulante de dólares, oficialmente!)

Ya nada más haría falta que el mercado internacional de la plata despegara a su debido tiempo, en fecha que no podemos determinar. Tengo la convicción que a medida que los mexicanos ahorremos plata en cantidades mayores, vendrá el momento en que la sustracción de plata de mercado mundial que esto representará, contribuirá, entre otros factores mundiales que afectan al mercado de la plata, a que se dispare el precio de la plata a un nivel mayor.

Estabilizado un precio mayor en el mercado mundial - un precio que yo estimo puede llegar a ser de $50 dólares o más la onza - la plata podrá servir como numerario para operaciones de crédito. O sea, que será factible otorgar créditos a bajos intereses, en plata, para ser pagados en plata. Esta actividad no podría nacer sin que la plata hubiera alcanzado un nivel más alto y estable de precios, que actualmente son manipulados en N.Y.

Así habríamos logrado:

3. Que los mexicanos comiencen a depositar su plata en bancos de plata, mismos que podrán otorgar préstamos en plata.

Sobre la forma de operar a la cual tendrían que sujetarse dichos bancos de plata, ya he escrito en alguno de mis folletos, que ya conoces. Un punto importante es que estos nuevos bancos de plata, podrían sanamente emitir billetes redimibles en plata, para auxiliar a la plata. Podrían operar con pasivos de billetes redimibles por un monto hasta de 250% de la plata en caja. Sus préstamos serían a plazos no mayores de 90 días, no renovables.

(Esto de bancos de plata está todavía en el futuro lejano.)

Sobre este tema, ya escribí.

La reconstrucción no será rápida, será lenta. No sé, ni siquiera, si se llevará a cabo. Pero es la única esperanza de una vida mejor para México. No hay cortacaminos a la prosperidad. No hay decretos que la produzcan. Por lo tanto, tenemos que emprender la marcha sin saber si llegaremos, a través del desierto que tenemos por delante. Pero, la vida reclama esfuerzo. No podemos negarnos a intentar lo posible.

La plata entrará en paralelo con el papel. Muchos no querrán hacer sus ahorros en plata. Algunas empresas quizá comiencen a recibirla, otras no. Entre más pequeña la empresa, entre menos crédito tenga que otorgar, más probablemente recibirá la plata con plena buena voluntad. El proceso de colocar una cantidad sustancial de plata en manos de mexicanos, tardará varios años. Todos tendrán oportunidad de hacerse de plata.

Mientras tanto, seguirá emitiéndose papel moneda, como viene sucediendo. Seguirá habiendo crisis. Pero en cada crisis, se observará que los que atesoraron plata, salieron mejor librados. La plata irá ganando adeptos y poco a poco, comenzará a tomar verdadera importancia en la vida nacional. Sucederá en forma natural, casi sin sentirse; como todo lo duradero, será por un proceso lento que se desarrolla siguiendo un curso apegado a las leyes: como el agua que corre cuesta abajo, la plata se abrirá su camino.

Como verás, me he extendido bastante sobre el tema de la "platización" y he elaborado sobre el proceso inevitable que se inicia con una medida muy sencilla: poner plata en manos de mexicanos, la mayor cantidad posible tan pronto como sea posible.

Para mí, sólo puede haber un camino: el de la introducción de una moneda de plata, en paralelo con el papel - un paralelo que durará quién sabe cuanto tiempo.

El viejo árbol está moribundo, se está secando. No es posible reformarlo. Se tiene que morir. Hay que sembrar otro a su lado, y cuidarlo debidamente. ¡No hay de otra!

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Una onza troy es una medida mundial y el precio de la plata es mundial y se calcula en onzas troy: por lo tanto la moneda de una onza troy de plata pura es cotizable instantáneamente en todo el mundo.

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Atentamente,