Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
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Receta para la recuperación argentina, II parte: ¿Por qué funcionaría la receta?
viernes, 26 de abril de 2002
Hugo Salinas Price

(Dedico este ensayo a Ma. Lelia Cocco)

La receta consiste en abrir la Casa de Moneda argentina (ya sea directamente o por medio de cecas contratadas en otros países) a la libre acuñación de la plata.

Tanto tiempo lleva el mundo en el camino errado del papel moneda fiat, papel moneda por decreto, papel moneda que no es nada más que un papel que lleva impreso una cifra numérica, que quizás es necesario explicar que quiere decir la “libre acuñación de la plata.”

En primer lugar, no es nada nuevo. Era la práctica general en el Siglo XIX; a finales de ese siglo, se “desmonetizó” la plata, o sea, los bancos de Inglaterra y de Estados Unidos decidieron que se usaría el oro como su patrón monetario, y excluyeron la plata, en gran detrimento de los países que la usaban como su moneda. Fue un primer paso de concentración de poder. Para hacer pagos al imperio financiero anglo-sajón, había que pagar con oro. La plata que usábamos los latinoamericanos, no era aceptable. Lo cual puso a América Latina en gran desventaja, cosa que notó claramente el ínclito José Martí.

Pero el aprovechamiento de la debilidad de una nación reducida a la servidumbre tiene un límite, la quiebra de dicha nación. Argentina ya llegó a esa condición, a la cual nos vamos acercando todos los demás países que usamos papel moneda “respaldado” por dólares, lo cual nos lleva a la ruina ineludiblemente. Dicho respaldo congela recursos, como dijimos en nuestro artículo anterior, y jamás esa moneda “respaldada” gozará de la plena confianza de los propios nacionales, que siempre retirarán recursos de sus países (“fuga de divisas”) para tenerlos en cuentas de dólares, cuentas del país que respalda, no del respaldado.

La debacle comenzó cuando se abandonó la plata como moneda. Curiosamente, los argentinos todavía hablan de “plata” cuando quieren decir “dinero”. Resabio histórico de otros tiempos más seguros, más sosegados, más estables.

Como la debacle ya llegó a su término, es preciso retornar al punto donde se erró en el camino. Es necesario regresar a la plata. Pero, ¿Cómo?

Al abrir la Casa de Moneda a la acuñación libre, cualquier persona física o corporativa, en Argentina o en cualquier otra parte del mundo, puede enviar su plata a la Casa de Moneda, o a su representante, para que se acuñe y convierta en moneda legal de Argentina.

Un gran incentivo que atraería plata de todos los rincones del mundo, sería sobrevaluar modestamente la plata, en términos del papel moneda que hoy utiliza Argentina. Esta es una variante que no ha existido anteriormente, porque anteriormente no se había presentado la necesidad de introducir la plata a la economía de una nación postrada en la quiebra de su papel moneda.

Veamos cómo funcionaría.

Supongamos que el peso de papel argentino se está cambiando a razón de $4 pesos argentinos por $1 dólar. El precio de la plata el día de hoy, 25 de abril de 2002, es de $4.60 dólares por onza, en lingote. Traducido a pesos argentinos, la onza troy de plata vale, por lo tanto, $18.40 pesos. El costo de acuñación puede ser de $1 peso argentino. El fisco argentino pagará este costo, de tal manera que la acuñación le sale gratis a quien acuña su plata con la Casa de Moneda argentina. Costo total de la moneda, $19.40 pesos argentinos.

Entra aquí la variante de la sobrevaluación: el Tesoro o el Banco Central de Argentina, anuncia que la onza troy argentina, tiene un valor de $25 pesos argentinos. Anuncia además, otra circunstancia importante, que el valor de dicha onza troy, flotará según las condiciones del mercado, ajustándose periódicamente, según comunicado del Banco Central o del Tesoro, de acuerdo con cambios en 1. El precio internacional de la plata y 2. Según el tipo de cambio del peso argentino contra el dólar. Además, se aclara que en casos de reducción de tasa de cambio del peso, o del valor internacional de la plata, el valor de la onza, en Argentina, no disminuirá por ningún concepto.

Tres ejemplos:

  1. 1.      La plata sube a $6 dólares la onza. Costo de la onza: $24 pesos (6 x 4) más $1 peso de acuñación: $25 pesos argentinos. El Banco Central declara que la onza troy vale (en Argentina) $30 pesos, manteniendo una sobrevaluación de 20% aproximadamente sobre el valor de la plata internacional.
  2. 2.      El dólar sube a $5 pesos argentinos por $1 dólar. El precio de la plata sigue en $4.60 por onza. Costo de la onza: $23 pesos (5 x 4.60) más $1 peso de acuñación: $24 pesos argentinos. El Banco Central declara que la onza troy vale (en Argentina) $30 pesos, con una sobrevaluación de la plata ligéramente superior a 20%.
  3. 3.      El dólar sube a $5 pesos argentinos por $1 dólar. El precio de la plata sube a $6 dólares la onza. Costo de la onza: $30 pesos (5 x 6) más $1 peso de acuñación: $31 pesos argentinos. El Banco Central declara que la onza troy vale (en Argentina) $40 pesos (números redondos o terminando en cinco, para facilidad en su uso diario) con una sobrevaluación de 29% aproximadamente, sobre su valor internacional.

La consecuencia sería que un verdadero alud de plata inundaría a la Argentina república, dando crédito a su nombre, porque esta medida asegura que quien acuñe plata y la envíe a Argentina, tiene a su favor un descuento, en cualquier momento, de un porcentaje importante del costo de comprar pesos argentinos a partir de dólares.

Esta corriente de plata hacia Argentina continuaría no obstante devaluaciones del peso argentino, o alzas leves o fuertes en el precio internacional de la plata. La plata Argentina, valga la redundancia, flotaría por encima de todo.

¿Para qué querrán colocar su plata en Argentina, los extranjeros? Una razón es, que si van a comprar productos argentinos, éstos les saldrán más baratos comprados con plata que comprados con dólares. Pero, ¿Esto es una especie de devaluación? Sí, pero hay que ver que las exportaciones a cambio de plata son exportaciones a cambio de algo tangible, y no de dólares que no son nada, que sirven para extraer riqueza a la Argentina.

¿Qué van a hacer los Argentinos con tanta plata? Primero la guardarán, por la novedad de un tesoro. Pero al cabo de un tiempo, comenzarán a usar la plata como su “plata”. ¡Gran orgullo para Argentina! ¡Como ave fénix renace de las cenizas!

¿La fuga de divisas? Ya no hay razón para llevarse el dinero ganado, al extranjero. En poco tiempo, surgirá un sistema financiero que ponga a trabajar esta plata, en la Argentina. Es responsabilidad del Banco Central y de todas las autoridades financieras, ver que se use la plata con seriedad; que no se permita la existencia de cuentas a la vista sin respaldo en metálico al 100%; que los préstamos sean a plazos no mayores de 90 días. Que el “encaje legal” sea alto y que se frene toda expansión del crédito no soportada por un encaje legal correspondiente. (Esbocé algunas características de un sistema bancario serio, en mi artículo anterior. Muchas variantes son posibles. La prudencia es la brújula indispensable.)

Los pesos argentinos de papel, podrán requerir del tradicional “respaldo de divisas” de dólares. Pero con el alud de plata que llegará a Argentina, pronto ese nivel de divisas podrá disminuir, porque el circulante se irá convirtiendo en porcentaje creciente a plata, que no requiere de reservas.

Visualizo dos sistemas monetarios y financieros en paralelo: uno sólido, de confianza y que requiere de máxima disciplina. El otro, de papel, para seguir contemporizando con el mundo actual y la situación actual de inversiones en Argentina, con todos sus vicios de continua pérdida de valor, devaluaciones, crisis financieras. Pudiera ser que, presentándose la plata de súbito como he explicado, la preferencia se le otorgue a ella y poco a poco muera el sistema de papeles con que tanto nos ilusionamos los seres humanos. Cuando menos, la plata podrá, sin duda alguna, servir de refugio para los ahorradores argentinos, que ya han sentido en carne propia el rigor de la decepción del papel moneda, una decepción cuyo recuerdo va a perdurar muchos años.

Visualizo que si quieren venir los financieros a comprar activos en Argentina, que se encuentren con que se les pide que paguen en plata, no con sus papeles. Justo es que al vender algo, se reciba algo a cambio, y no un papel – que por cierto está perdiendo valor en los mercados internacionales, a estas fechas.

Todas las maravillas que puede generar la plata, metal tradicional de América, no se pueden describir en un breve artículo. Pretendemos encender la imaginación de aquellos jóvenes más llenos de energías, de coraje y de fuerzas para trabajar, mostrándoles el camino a seguir. A otros toca levantar la antorcha, ilustrar a sus compatriotas y llevar a cabo la labor de convencimiento nacional que se requiere.

Otros cerebros más ágiles que el nuestro, podrán visualizar las miles de contingencias favorables que se desprenden de la re monetización de la plata, la verdadera revolución independentista de América Latina, una revolución que se basa en la verdad, no en la violencia; en el provecho de todos, no en el despojo de algunos en provecho de ocultas manos.

La hora es tarde, pero ¡siempre hay esperanza!

 

Salutación del Optimista

Rubén Darío

Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda;

Espíritus fraternos, luminosas almas, ¡Salve!

Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos

lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos

Mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto;

Retrocede el olvido, retrocede, engañada, la muerte.

Se anuncia un nuevo reino, feliz sibila sueña,

Y en la caja pandórica de que tantas desgracias surgieron

Encontramos de súbito, talismánica, pura, riente,

Cual pudiera decirlo en sus versos Virgilio divino,

La divina reina de luz, ¡La celeste Esperanza!