Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
Venta $763.00 Recompra $663.00

Atendamos a nuestros intereses
lunes, 3 de junio de 2002
Hugo Salinas Price

Los precios de la plata han estado bajísimos desde hace muchos años. El bajo precio ha afectado fuertemente a los mineros de plata mexicanos. México está regalando la plata extraída de sus minas. El precio no tiene nada que ver con un precio determinado por un mercado libre. El precio que se fija en Nueva York es un precio artificialmente bajo manipulado por medios financieros.

El precio de la plata que se fija en Nueva York no resulta simplemente de los factores de oferta, representada por la venta de plata por mineros y compañías que reciclan existencias, y de demanda, representada por la compra de plata que tienen que hacer las industrias que utilizan la plata en sus productos, tales como la industria fotográfica, la industria electrónica, y cientos de otros usuarios.

Existe un mercado de “futuros” que se llama la “Comex” de Nueva York. Ahí, se compra y vende la plata para entrega a futuro. El precio determinado por el mercado de futuros, es el que rige el mercado de entregas físicas del producto.

Para vender futuros de plata, no se necesita tener plata que vender. Sólo se requiere de mucho capital. Si los compradores de futuros entran a comprar fuertemente, convencidos que el precio tiene que subir, los operativos financieros que tienen la misión de bajar el precio, simplemente venden y venden más futuros, hasta que los especuladores que piensan que el precio va a subir, quedan derrotados. Ellos actúan individualmente; los que suprimen el precio actúan con fuerzas incomparablemente más fuertes y siempre pueden derrotar a los compradores que piensan que el precio va a subir.

Esto puede suceder, porque los especuladores nunca, o casi nunca, deciden recibir la plata que compraron; ellos sólo quieren ganancias en dólares, y no tomar posesión física de la plata comprada a futuro. Esta circunstancia hace posible la manipulación del precio, en detrimento de la minería de plata en todo el mundo.

El secreto para que los mineros mexicanos y la economía mexicana, reciban el precio que merecen recibir por sus esfuerzos en extraer plata de las entrañas de la tierra, requiere de que algún gran comprador decida recibir, tomar posesión de la plata que ha comprado.

La fórmula para lograr un precio mucho mayor por la plata, para lograr que nuestra producción de plata se remunere justamente, es hallar un nuevo mercado, o sea, un comprador grande que quiera recibir la plata.

En ese momento, se desmorona la manipulación que tan enorme daño nos ha causado y sigue causando.

¿Cuál podría ser ese gran comprador, ese nuevo mercado? Muy sencillo: el propio pueblo mexicano.

Desde hace siete años venimos abogando incesantemente por la monetización de la plata, para que circule en paralelo con el papel que usamos – y que a últimas fechas,  nuevamente se está devaluando frente al dólar. Nuestros esfuerzos han producido sólo resultados muy modestos. ¿No será tiempo de frenar este saqueo que se hace de nuestro recurso precioso, la plata mexicana? ¿No será tiempo de cobrar lo que debemos cobrar por ella, en lugar de regalarla? ¿Qué esperamos?

México produce unas 68,000,000 onzas anualmente; es el primer productor de plata en el mundo. Al precio de $5 dólares la onza - que como hemos dicho, los $5 dólares no sirven ni para cortarse uno el pelo - la producción mexicana vale $340 millones de dólares.

Actualmente, los mexicanos adquieren anualmente, para sus ahorros, más o menos un millón de onzas. No adquieren más, porque no pueden usar la onza acuñada por la Casa de Moneda, como dinero. El dólar, sí lo podemos usar, porque el Banco de México nos dice todos los días, cuánto vale.

Pero, la onza no es cotizada por el Banco de México. La Ley Monetaria dice, textualmente y con referencia específica a monedas tales como la onza “Libertad”, en su Art. 2 Bis: I. Gozarán de curso legal por el equivalente en pesos de su cotización diaria.

Más adelante, en dicha Ley se establece que: El Banco de México determinará diariamente la cotización de estas monedas, con base en el precio internacional del metal fino contenido en ellas. A continuación dice: El Banco de México, directamente o a través de sus corresponsales, estará obligado a recibir ilimitadamente estas monedas, a su valor de cotización, entregando a cambio de ellas billetes y monedas metálicas de los mencionados en el artículo 2º de esta ley.

Los mexicanos están ahorrando un millón de monedas “Libertad” cada año, pero no saben exactamente cuánto valen, porque el Banco de México no las cotiza.

Si el Banco de México las cotizara, enviaría onzas a sus distribuidores, los bancos, como actualmente envía billetes y moneda metálica. Surge una consideración inevitable: si la onza bajara de precio, y bajara su cotización, los bancos y cualquier tenedor de onzas sufriría un pérdida. Esta observación es acertada. ¿Cómo resolver esta dificultad? Simplemente, con la decisión política del Banco, de no disminuir jamás una cotización, una vez emitida.

Si el Banco de México cotizara la moneda “Libertad” como es su obligación, y siguiera esta política de no disminuir una cotización una vez emitida, los mexicanos canjearían sus billetes por monedas de plata, hasta agotar cualquier acuñación de la Casa de Moneda. El público absorbería plata por millones y millones de onzas al año, prefiriendo la plata al dólar y al peso que se devalúa.

Si a la producción anual de 68 millones de onzas, le restáramos 20 millones de onzas absorbidas cada año por un público mexicano que las recibiría con júbilo, tendríamos una situación que haría colapsarse la manipulación del precio de la plata.

Las industrias que usan la plata, tendrían que pagar el precio justo por ella, y no un precio artificialmente bajo.

Al subir el precio internacional a $20 dólares, lo cual me parece muy factible, de la producción nacional menos lo utilizado en acuñación quedaría un remanente de 48 millones de onzas, con un valor $960 millones de dólares. ¡Casi tres veces más de lo que vale toda la producción mexicana, en la actualidad! 

* * * * *

No atendemos a nuestros intereses.

La plata, a $5 dólares la onza, es un regalo. Debería valer cuando menos $20 dólares, y hasta $100 dólares la onza.

El mercado para colocar cantidades grandes de onzas, existe, pero no lo aprovechamos: la moneda de plata para un público cansado de papel moneda que se devalúa, y temeroso por el futuro.

Se puede hacer un gran bien al pueblo, pero no se hace.

Los mineros, andan por la calle de la amargura: se remata un tesoro nacional.

¿Cuánto le cuesta a México, no elevar el precio internacional de la plata, por los medios tan sencillos que señalamos?  68 millones de onzas anuales a $5 dólares la onza, son: $340 millones de dólares. Las mismas 68 millones de onzas, a $20 dólares cada una, son $1,360 millones de dólares. La minería mexicana está dejando de ganar, potencialmente, $1 mil millones de dólares de utilidad neta anualmente, por concepto de rematar la plata insensatamente.

¿Seguiremos empecinados en el camino de la ruina?