Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
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Moneda de plata: solución al "neoliberalismo"
martes, 30 de abril de 2002
Hugo Salinas Price

En estos días, se debate cuál ha de ser la política económica que ha de seguir México. Toda clase de organizaciones dan sus opiniones a través de sus voceros. Personajes declaran a favor de tal o cual política. En realidad, la política que hemos de seguir ya está establecida y seguirá siendo la misma, mientras siga el sistema monetario de papel: la entrega de México a los Estados Unidos.

Mucho se ha criticado al neoliberalismo, pero nunca se ha apuntado precisamente donde radica lo malo del mismo. Aquí lo vamos a señalar: el defecto del neoliberalismo radica en el sistema monetario. Es el sistema monetario lo que nos está matando. No importa qué partido político llegue al poder, mientras siga el sistema monetario basado en reservas de dólares, la política económica, necesariamente, será idéntica.

Sistema monetario basado en "reserva de dólares"

Ninguna moneda de las ciento y tantas que existen en el mundo, tiene valor propio, sino que su valor se deriva de la existencia en la Tesorería de sus respectivos Banco Centrales, de reservas de dólares.

La estimación de la suficiencia o insuficiencia de reservas de dólares, de su crecimiento satisfactorio o de su decrecimiento insatisfactorio, queda a criterio subjetivo de la imaginación de los especuladores mundiales, quienes están atentos las veinticuatro horas de cada día, a toda señal que ellos juzguen será juzgada por los demás especuladores, como señal de debilidad o de fuerza. Las apuestas de los especuladores – no son más que apuestas formalmente idénticas a las apuestas de un juego de pókar – determinan la estabilidad momentánea o el desplome abrupto de las economías de todos los países del mundo.

En pocas palabras: sin reservas de dólares se colapsa nuestro sistema monetario y financiero.

La urgente necesidad de contar con reservas de dólares en aumento, a fin de respaldar la paridad cambiaria, obliga a nuestros gobiernos, nolens volens, quiéranlo o no, a lo siguiente:

a) Elevar a rango prioritario, la exportación. La política económica queda obligada a privilegiar a los exportadores de México, en detrimento de todo el resto de la población. Esto se consigue, devaluando el peso mexicano, para bajar el costo de salarios, es decir, bajar el poder adquisitivo de todos los mexicanos. Las consecuencias para el ahorro nacional, en pesos, son funestas, y para intentar compensar, se elevan los intereses, lo cual destruye el sistema productivo. Nuestro futuro, bajo el actual sistema monetario, es necesariamente de devaluación por sistema.

b) Recurrir a la venta del país, para conseguir dólares. Esta es la "participación del capital extranjero". En sí, la entrada de capital extranjero no es mala. Pero es muy inconveniente poner a la venta partes importantes de nuestra economía, cuando se hace bajo la presión tremenda de la necesidad de obtener divisas para apoyar el peso. Es una venta obligada por fuerza mayor. En principio, la enajenación de bienes, privados o públicos, bajo tales circunstancias, se hace desde una posición de debilidad. Sin duda dará pié a posteriores reacciones políticas adversas.

c) Admitir la entrada de dólares especulativos, capital golondrino, que al primer soplo de desconfianza, alzan el vuelo y vacían las reservas de dólares.

d) Recurrir al endeudamiento vía gobierno, lo cual nos ha dejado ya, atados de pies y manos ante el extranjero.

e) Alentar la emigración a los Estados Unidos, una política profundamente antinacional, para que los emigrados nos envíen dólares.

f) Consentir la implementación de políticas de toda índole, desde poblacionales hasta ecológicas, que no nacen del sentir nacional, sino que se imponen desde los Estados Unidos y sus agencias internacionales, en provecho de sus propios intereses. El caso más nefasto es la "Guerra al Narcotráfico" que convierte un problema de Estados Unidos, el mayor consumidor de droga del mundo, en desgarradoras guerras internas en nuestros países.

h) Admitir la americanización general de la cultura, aunque ésta traiga consigo valores que no comparten los países de América Latina.

El diagnóstico correcto

Como en la medicina, la mitad de un tratamiento exitoso radica en un diagnóstico correcto. La causa de nuestros males se debe predominantemente a que sin reservas de dólares no hay ni moneda ni sistema financiero. En seguida, es evidente que necesitamos construir sistemas monetarios y financieros que no requieran reservas de dólares.

Sólo una moneda de valor intrínseco puede proporcionar un sistema monetario y financiero que no requiera de reservas. La experiencia histórica de miles de años, nos permite afirmar que sólo el oro y la plata, pueden proporcionarnos moneda de valor intrínseco.

No podremos, en absoluto, tener otra política económica en México, si no reformamos el sistema monetario: sustituir al peso de papel, gradualmente, con una moneda de plata que no requerirá de reservas de dólares para mantener su valor.

¿Qué beneficios nos traería?

La primera y grandísima ventaja que nos daría, sería la de inmunizar nuestro sistema monetario y financiero, de los vaivenes del comercio exterior. Exportar es bueno, no se nos malentienda. Pero no es bueno, cuando es obligatorio y se hace sobre las espaldas de la inmensa mayoría de los mexicanos. Con moneda de plata, si se exporta, bien. Y si no se exporta, eso es problema de los exportadores, y no de todo México.

La segunda ventaja que nos daría, sería reestablecer el "centro de gravedad" de la Nación, dentro de nuestro territorio. La exportación pasa a ser actividad supletoria, cual debe ser. El capital no necesita fluir preferentemente a actividades exportadoras.

La tercera ventaja que nos daría, sería de estimular el ahorro en forma fenomenal, ya que la plata no es devaluable a antojo del gobierno. El ahorro nacional nos ayudaría a no tener que "vender la Patria". Se minimizaría la necesidad de capital extranjero, y no podría llegar a comprar en un país en barata.

La cuarta ventaja que nos daría, sería de posibilitar un sistema financiero estable, que operaría prestando a tasas de interés muy bajas, tasas reales, con depósitos a largo plazo. Construiríamos el sistema bancario más sólido del mundo.

La quinta ventaja, aunque por ningún concepto la última, ni la menos importante, sería la de restablecer el orgullo de los mexicanos en su México. Estamos muy desorientados, desconcertados, inciertos respecto a nuestra valía. Nuestra autoestima anda por los suelos: veintidós años de devaluaciones y crisis, una tras otra, nos han dejado con una sensación de ineptitud nacional. La magia de la moneda de plata, cambiaría todo esto, de la noche a la mañana.

Conclusión

El liberalismo económico, así, a secas, tiene muchísimo de bueno, porque es básicamente, el reconocimiento de las realidades de cómo funcionan los seres humanos. Nuestro héroe nacional, Benito Juárez, fue liberal, y su famosa sentencia: Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz fue una expresión de liberalismo económico.

A condenar al neoliberalismo, debemos señalar claramente donde radica su defecto. De otra suerte, corremos el riesgo de lanzar por la ventana, el agua de la bañera con todo y niño. Lo que anda mal, lo que nos destruye, es el sistema monetario basado en reservas obligadas de dólares.

El peso de papel que usamos, está moribundo, así como el sistema financiero construido sobre él. Al morir, quedará sustituido por un nuevo peso, emitido por una "Caja de Conversión" que producirá dólares disfrazados de pesos, para nuestro uso. Pasamos a ocupar un status como el de Puerto Rico.

Si no deseamos este futuro, ni el PRI, ni el PRD, ni el PAN, ni el PT, ni algún otro partido nos puede salvar de él, en la actual inconsciencia de lo que nos está haciendo el sistema monetario de papel. La americanización de México es inevitable, salvo que adoptemos moneda de plata pura , sin expresión de valor nominal, como moneda de curso legal. No hay alternativa a la reforma monetaria. Es imprescindible y urgente implementarla.