Mecanismos para introducir a la circulación la moneda de plata “Libertad”

martes, 13 de mayo de 2003

Hugo Salinas Price

1. 1.      La compra de plata por el Banco de México, para su acuñación en onzas “Libertad”, utilizando una fracción pequeña de sus reservas de dólares, que ascienden a la cantidad muy adecuada de $50 mil millones de dólares.

Dichas monedas podrían colocarse en circulación, con un valor “cotizado” determinado por la multiplicación del precio en dólares por onza, por los pesos a la tasa de cambio del momento, más un pequeño sobreprecio que constituiría un señoraje para el Banco de México. El Banco de México las pondría en circulación, de la misma forma manera que pone en circulación los billetes que usamos -por medio del sistema bancario. Las monedas servirían como medio de pago de la misma manera que los billetes, por un valor determinado por su cotización por el Banco de México.

La cotización de la moneda sería flotante, de tal manera que si el precio de la plata, o la tasa de cambio sufrieran aumentos, la cotización subiría de inmediato. La cotización, sin embargo, no disminuiría, para no restar poder adquisitivo a sus tenedores y sembrar dudas respecto a su confiabilidad.

Esta moneda podría circular o ahorrarse sin problema alguno en paralelo con el peso fiduciario (de papel) con la ventaja de que protegería a sus tenedores contra pérdidas de valor, y además ofrecería la posibilidad de revaluación en su beneficio.

La cantidad de plata que podría ponerse a circular de esta manera, sería prácticamente ilimitada. La cantidad a acuñarse, quedaría a discreción del Banco de México.

Las compras de plata del Banco de México, ayudarían en forma poderosa a la industria minera, que atraviesa por serios problemas debido al bajo precio de la plata, ya que las compras del Banco de México, sin duda causarían un alza en el precio internacional de la plata.

1. 2.      La adopción de la política de acuñación libre de plata.

Bajo esta política, la Casa de Moneda declara que está dispuesta a recibir cualquier cantidad de plata que se le ofrezca, para acuñarla en monedas “Libertad” y devolver dicha plata a su propietario, libre de gastos de acuñación. Los gastos de acuñación correrían por cuanta de la Casa de Moneda, y serían sufragados por el Erario, como un servicio a la Nación.

Las monedas “Libertad” acuñadas de esta forma, serían también cotizadas por el Banco de México, con un precio flotante como hemos descrito arriba, con un pequeño sobreprecio o sobrevaluación en pesos.

Dicho de otra forma, la plata acuñada en forma de monedas “Libertad” vale más, bajo este sistema, que la plata en lingote en el mercado mundial.

Dicha sobrevaluación de la moneda, actuaría como un mecanismo automático para atraer plata de todas partes del mundo, no sólo de México, para su acuñación.

Como las cantidades de plata que entrarían serían significativas, y cada onza acuñada tendería a aumentar la masa del circulante, el Banco de México podría reducir su emisión de billetes para compensar el flujo de plata.

Llegado el momento, podría reducir hasta un mínimo la sobrevaluación, para aminorar la entrada de plata, si fuera conveniente hacer esto.

La sobrevaluación, no obstante, debería conservarse para asegurar aunque fuese una pequeña entrada de plata adicional permanente, y para evitar que la plata se fugara del país.

(Las monedas sobrevaluadas siempre entran a un país, y las subvaluadas salen. Por eso, existe el mecanismo de “devaluación dl peso”, para que entren dólares. En el caso del peso mexicano, éste no sale del país, porque no es aceptado internacionalmente.)

La plata que entrara al país, compraría en México ya sea productos mexicanos, con un descuento equivalente a la sobrevaluación de la moneda, o se llevaría dólares a cambio. En el primer caso, existiría un estímulo a la exportación, misma que en lugar de pagarse con dólares, se pagaría con plata. En el segundo caso, México estaría convirtiendo parate de sus reservas en dólares, tanto públicas como privadas, en moneda tangible de valor permanente no dependiente de otro país, los E.U.

De los dos mecanismos, el que tendría un efecto contundente y positivo para México, sería el segundo. Su adopción señalaría la determinación clara de México de resistir la dolarización. Sus efectos serían radicales.

El primer mecanismo descrito sería benéfico, porque señalaría que México ha podido crear una moneda propia, con características que la hacen superior al dólar en calidad. La calidad de plata introducida a la circulación, le añadiría calidad a la masa de pesos fiduciarios en circulación, y aumentaría así la confianza en nuestro actual sistema monetario basado en moneda fiduciaria. Podría servir de ensayo para la posterior implementación de la libre acuñación de plata.

Desde luego, ambas medidas beneficiarían en mucho a la minería mexicana, aunque el propósito de la monetización de la plata tiene objetivos que van mucho más allá de beneficiar a un sector económico.

Una exposición mayor de los beneficios de monetizar la plata, no puede hacerse en este escrito, por ser demasiado extenso el tema.