Publicado en "La Jornada"
La plata como instrumento idóneo para el ahorro popular, ha demostrado ser una bandera muy efectiva, que ha reunido apoyo entre los partidos políticos mexicanos, que en todo lo demás están en profundo desacuerdo.
31 gobernadores de los estados de la República –todos los mandatarios de las entidades- enviaron un comunicado a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados el pasado lunes 30 de noviembre, en el cual expresaron su apoyo unánime a la monetización de la plata, y apremiaron a aprobar una iniciativa para lograr precisamente ese fin.
176 periodistas mexicanos pusieron su firma a un desplegado publicado por el Club de Periodistas de México, también expresando su apoyo a la monetización de la onza de plata Libertad.
Diputados han puesto su firma en un punto de acuerdo, en el que expresan su apoyo a la propuesta a la monetización de la plata.
Una encuesta de TV Azteca revela que 96 por ciento de las personas que respondieron a la pregunta de si estaban o no en favor de la monetización de la onza de plata, respondieron favorablemente.
El Banco de México se opone férreamente a dicha medida. No desea que el público tenga la oportunidad de ahorrar en plata monetizada. Quiere mantener incólume su monopolio de impresión de billetes sin valor intrínseco, y evitar que el público tenga una alternativa para su ahorro, ya sea en billetes, ya sea en depósitos bancarios.
A la Comisión de Hacienda, el pasado 30 de noviembre, el Banco de México envió a doce hombres para confundir y amedrentar a sus integrantes e impedir que emitan un voto favorable a la monetización de la plata.
No sabemos cuál pueda ser el resultado del voto decisivo que emitirá la Comisión de Hacienda.
Aun en el caso de que sea negativo podemos vaticinar, por el apoyo que es evidente a esta medida saludable y sensata para México, que la idea de monetizar la plata no morirá.
La idea de la monetización de la plata como moneda indevaluable para el ahorro de las clases populares está ya firmemente arraigada en la conciencia de los mexicanos. Una idea en marcha es una fuerza que no muere fácilmente. Aplastada, sólo tomará más fuerza. Es la historia de todas las ideas.
Pero la plata enarbola una bandera aún más importante.
A mediados del siglo XIX, cuando la Italia moderna aún no tomaba forma y era dominada por Austria-Hungría, se sembró la idea de que Italia resurgiera como Estado unificado y autogobernado, y expulsara la dominación austrohúngara.
Garibaldi se presentó como líder de este “resorgimento” de la patria italiana.
Un joven compositor de música, Giuseppe Verdi, compuso una ópera para simbolizar a Italia sojuzgada bajo Austro-Hungría: Nabuco. Los hebreos cautivos de Nabuco, el rey babilonio, simbolizaban a los italianos bajo la dominación de Austria-Hungría.
Un himno de esta ópera resultó tan conmovedor que como lumbre cundió entre la población. Fue imposible frustrar el resurgimiento de Italia. El himno de Verdi es, a la fecha, el himno nacional de Italia.
Esta es la segunda bandera de la plata: la unificación nacional, con la conciencia de nuestra propia valía, nuestra propia cultura y nuestra independencia. La consolidación nacional surgirá al retomar nosotros la plata, moneda ancestral de México.
Sin embargo, la plata monetizada tiene otro alcance todavía mayor.
La plata convertida en dinero mexicano, circulando en paralelo con el billete de papel, por minúscula que sea su importancia en la economía del país, servirá para que nosotros los mexicanos tengamos presente siempre y jamás olvidemos, que la plata sí puede utilizarse como moneda real y honrada. Para que cuando pasen los años siempre esté ahí, para invitarnos a utilizarla en los períodos más peligrosos y oscuros que se nos puedan presentar.
La plata en circulación servirá para que no olvidemos que es posible que una sociedad use la plata y se beneficie al usar dinero real, dinero honrado.
De otra suerte, podemos olvidar esto, como lo han olvidado ya muchos países del mundo.
México, al monetizar la plata, se convertirá en un faro de esperanza para el mundo, una luz que indica el camino posible a salir del pantano de la esclavitud y empobrecimiento perpetuo que representa el dinero de papel.
El papel moneda, que hoy es el único que existe en el mundo, asegura el control económico y, por tanto, político sobre las poblaciones que lo usan. La casta bancaria del planeta que emite papel moneda y moneda virtual, electrónica, amenaza con convertirse en poder soberano mediante el dinero ficticio que emite, y aspira a someter con él a toda la humanidad.
El resultado del papel moneda es la deshumanización de la especie humana.
Esta es la tercera y más importante bandera de la plata: la causa de la humanidad.
Tres son, por tanto, las banderas de la plata:
La bandera del ahorro popular.
La bandera de la unificación nacional.
La bandera de preservar a los hombres, de la deshumanización.
La moneda de plata: una idea que ha cobrado vida y no será aplastada.