La plata: tabla de salvación para el pueblo

jueves, 2 de junio de 2005

Hugo Salinas Price

La noticia de primera plana en el Reforma, el 25 de mayo fue: “Suman pensiones 10 veces la deuda”

Bajo el encabezado aparecieron unos datos que revelan la enormidad de los compromisos de pensiones de las principales instituciones gubernamentales de servicio social:

ISSSTE                                   $318 mil millones de dólares

Estados                                   $177 mil millones de dólares

IMSS con asegurados              $177 mil millones de dólares

IMSS con sus trabajadores        $91 mil millones de dólares

Paraestatales                              $63 mil millones de dólares

Banca de Desarrollo                    $2 mil millones de dólares                

TOTAL DE PENSIONES        $820 mil millones de dólares

Se afirma en dicho artículo que los compromisos por pensiones ascienden a más de 10 veces el total de la deuda externa.

La situación de los que esperan recibir pagos significativos por pensiones cuando se retiren, es idéntica en todos los países del mundo.

Brevemente: las pensiones no se podrán pagar.

Millones de mexicanos tienen derecho a recibir pagos, que no podrán cobrar. No hay forma posible para solventar deudas tan enormes por pensiones.

La “cultura de no-pago” con que despectivamente se hacía referencia a las empresas, ante la debacle bancaria de ‘94-’95, será precisamente la cultura de ISSSTE, de los Estados, del IMSS con asegurados, del IMSS con sus trabajadores, de las Paraestatales, y de la Banca de Desarrollo.

El “no-pago” tomará una de tres formas, o una combinación de ellas:

1.   Se pagarán las pensiones, pero en micro-pesos devaluados.

2.   Se rescindirán de plano las obligaciones de pagar pensiones, en forma total o parcial, según la necesidad.

3.   Se pospondrá la fecha en que se podrán cobrar las pensiones, hasta que

muchos de los pensionados hayan fallecido. 

La doctrina económica que prevalece es que ahorrar en metálico, en monedas de plata o de oro, es algo anticuado que ya no tiene cabida en la modernidad. Según la doctrina oficial, que se enseña en todas las escuelas del país y del extranjero, el ahorro debe ir a los bancos. Según esta doctrina, lo ideal es que todo el ahorro nacional se encauce a los bancos, para que los bancos puedan movilizar estos ahorros hacia la inversión productiva.

Es nuestro punto de vista, que en la crisis de pensiones, que viene sin lugar a dudas, saldrán mejor librados quienes hayan cimentado su retiro en plata o en oro, sin haber confiado exclusivamente en sus pensiones y en los bancos para colocar su ahorro. Por dos razones:

1.   Porque las pensiones son impagables, como ya se percibe claramente, y cumplir con su pago requeriría reducir el valor del peso fuertemente.

2.   Porque los ahorros en los bancos, están denominados en moneda fiduciaria – papel – aquí y en todas partes; y en todas partes existe el problema de la impagable carga financiera de las pensiones, que impactará sobre el valor de los ahorros bancarizados.

Los ahorros bancarizados – objetivo deseado por la Banca – podrán estar seguros en su cantidad, pero no en su poder adquisitivo a la larga, que tendrá que encogerse para pagar siquiera algo del compromiso de las pensiones de las instituciones  que mencionamos. A menos de que se cancelen esos compromisos, lo cual es quizás políticamente imposible.

Ya en 1944, don Manuel Gómez Morín, uno de los fundadores del PAN y también, uno de los fundadores del Banco de México, escribía en “La Nación”, la revista que editaba: “(la moneda de plata) representa la última tabla de salvación, personal y colectiva, en las horas de desastre económico (…) las monedas de plata han sido y por mucho tiempo serán todavía el recurso final de nuestras economías empobrecidas o desquiciadas por malos gobiernos. Por todo ello, la moneda de plata es la moneda del pueblo”.

La moneda de plata hoy está al alcance de la población, a un precio muy atractivo.

Las consideraciones fundamentales respecto al futuro valor de la plata, son muy positivas, porque existe un déficit de producción crónico para este metal que se consume en la industria, lo cual tendrá que resultar en una fuerte alza en su precio cuando las existencias actuales se agoten – situación que algunos analistas creen que se presente próximamente.

La Asociación Cívica Mexicana Pro Plata ha estado abogando por la monetización de la onza “Libertad”, a fin de que el ahorro en plata sea mucho más atractivo para la población y muchos más puedan protegerse, mediante la acumulación de estas bellas monedas, del golpe tremendo que recibirán sus expectativas respecto a sus pensiones y al poder adquisitivo de sus ahorros en los bancos.