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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
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¿Qué pasa con el oro?
martes, 31 de enero de 2006
Hugo Salinas Price

La gráfica nos muestra 31 años de historia monetaria del mundo. 

Ilustra 31 años de esfuerzos de la Banca Central Mundial – el conjunto de Bancos Centrales del mundo, lidereados por E.U. y Gran Bretaña – por lograr su summum bonum, que sería que la humanidad se olvidara por completo de que el dinero debe ser algo valioso y difícil de conseguir y adoptara lo que conviene a la Banca Central mundial: papel dinero y dinero magnético, sin valor intrínseco alguno y que puede producirse en cantidades ilimitadas.

Desafortunadamente para la Banca Central Mundial y afortunadamente para la humanidad, este esfuerzo ya puede darse por derrotado. El oro está triunfando sobre el papel y el dinero magnético.

A principios de 1980, un pánico arrastró al público de todo el mundo a una loca carrera por hacerse de oro. El pánico se dio a consecuencia de la negativa de E.U. de redimir sus dólares por oro a razón de una onza por cada $35 dólares, hecha por boca de su presidente Richard M. Nixón el 15 de agosto de 1971.

A mediados de 1976, el oro ya no valía $35 dólares la onza, valía $100 dólares la onza. Ahí comenzó el pánico y no se agotó hasta enero de 1980, cuando el oro alcanzó $850 dólares la onza, momentáneamente.

Esta subida del oro causó terror entre la Banca Central Mundial, porque reflejó la falta de confianza pública en el dinero ficticio o fiat – dinero por decreto -  y desde entonces, en forma constante, se ha vigilado el precio del oro muy cuidadosamente y se ha manipulado ese precio para que no vuelva a antojársele al mundo poseer algo de este metal.

¿Cómo se manipuló el precio? Se manipuló, desde aquel susto de 1980 y hasta la fecha, por dos medios:

1. El simple expediente de pagar espléndidamente a casi todos los economistas y comentaristas económicos del mundo, para que hablaran mal, muy mal, del oro, esa “reliquia de la barbarie” según la definición del oro de John Maynard Keynes, el gran apóstol del papel y de la inflación.

2. Vender oro de las reservas de Bancos Centrales en forma dosificada, para aplastar cualquier movimiento hacia el alza y mantener el oro en una situación poco atractiva para el público en general.

La primera señal de que algo andaba mal con el control de precio del oro, fue el acuerdo suscrito en 1999 por Bancos Centrales de Europa, de que limitarían sus ventas anuales de oro durante los próximos cinco años. Esta señal fue muy importante porque hizo saber al mundo, que esos Bancos Centrales no querían seguir arrojando cantidades ilimitadas de su precioso oro al mercado, para controlar el precio.

Desde ese momento, el precio del oro comenzó a subir.

En el mercado del oro, o se ofrece la cantidad completa que pide el mercado a un precio dado, o el precio sube hasta que la cantidad ofrecida satisface a todos los compradores dispuestos a pagar.

¡Ya no hay suficiente oro, para cubrir la demanda a $550 dólares la onza!  Una demanda representada por cantidades gigantescas de papel dinero y dinero magnético que quiere buscar un refugio, en toda clase de bienes tangibles y valiosos, contra la depreciación del fiat. Los Bancos Centrales ya no pueden o ya no quieren, deshacerse de más oro para detener el avance de su precio.

El mercado del oro hoy apenas figura en la conciencia, tanto del público general en el mundo occidental, como de los magnates de finanzas. Cuando dos o tres inversionistas con dos o tres mil millones de dólares disponibles cada uno  se asusten – lo cual podrá suceder cualquier día de éstos – entonces el oro tendrá que subir a precios difícilmente imaginables el día de hoy.

Estamos a punto de ver una “corrida” sobre los Bancos Centrales del mundo.

Ya sabemos los mexicanos, lo que es una “corrida” contra el Banco Central, nuestro Banco de México.

Ya vivimos ese escenario. Primero BM dice que las reservas de dólares son más que adecuadas; asegura que la inversión extranjera seguirá fluyendo al país en forma abundante; alega que “de nada serviría una devaluación”. Afirma enfáticamente que  “no habrá devaluación”. Finalmente, un buen día se le agotan las existencias de dólares y por la tarde, anuncia que al día siguiente, el mercado determinará la nueva cotización del dólar y ahí está lo que no podía ser: la devaluación.

La “corrida” contra la Banca Central Mundial es parecida, sólo que lo que se agota es el oro, y no las reservas de dólares, de las cuales hay montañas.

¡Se acabó la venta del oro barato! Ya sea porque no lo tienen o porque no quieren vender lo que les queda. (Se calcula que los Bancos Centrales del mundo no tienen, ni remotamente, las 31,000 toneladas que dicen tener, pues éstas incluyen el oro que “prestaron” en años anteriores y que nunca jamás podrán recuperar. Más bien, tienen 20,000 toneladas cuando mucho, quizás sólo 16,000 toneladas y por eso, ya no quieren deshacerse de más.)

La Banca Central Mundial ha sido derrotada por el oro. Quedará exhibida la farsa de dinero fiat que hemos vivido desde los años 30 del siglo pasado. En términos de dinero fiat, cualquier cifra para el oro es imaginable.

Estén pendientes. El “show” ¡Va a estar fantástico!