Opinión de Hugo Salinas Price respecto a la situación actual de México

jueves, 7 de septiembre de 2006

Hugo Salinas Price

Una voz más, la mía, entre tanto desorden...

Hace varios años que vengo insistiendo en la reintroducción de la plata a la circulación en México, en paralelo con el peso de papel.

Dije que había que lograr esto, antes de que nos alcanzara el desorden, porque cuando llegara el desorden - que ya llegó y ¡en qué forma! - habría tanto descontrol y griterío, que sería más difícil concentrar la atención en esta medida. Así ha sucedido.

Es lamentable pero natural, que la gente no pueda ver que nuestros problemas sociales, que aparecen en todas partes del mundo, son (en gran parte) el resultado de una condición que padece el mundo entero: que vivimos haciendo de cuenta que lo que usamos es dinero, cuando en realidad no lo es: un pago es la entrega de ALGO a cambio de ALGO. El "pago" en cualquier moneda del mundo, hoy en día, no es en realidad un pago, porque entregar un peso, un dólar, un yen, un euro, es entregar en realidad NADA. No tiene valor en sí ese papel o dígito de computadora. Todos son "medios de cambio", pero no son PAGO. (China tiene casi un billón de dólares de reservas, porque NO HA COBRADO SUS EXPORTACIONES. Sólo ha recibido VALES.)

Ahora, tomemos en cuenta que el sector financiero en todas partes del mundo, crea este "dinero" de la nada, y es el sector financiero el primer beneficiario de esa creación fraudulenta. Por eso, se ven grandes torres lujosas que se elevan en la ciudad de México y en todas las capitales del mundo. Representan la transferencia (involuntaria) de poder adquisitivo del Pueblo, al sector financiero. ¿Cómo creen que sería posible que un cuadro del pintor vienés Klimt, de 1900, se vendiera en subasta recientemente en $1,500,000,000 -mil quinientos millones de pesos, más comisión para la casa de subastas- si no fuera gracias a esta expoliación financiera que está ocurriendo?

Andamos muy angustiados, como hormiguitas que les han removido su hormiguero, pero no nos damos cuenta en lo más mínimo, de la causa de nuestras angustias y de las terribles distorsiones que nos ha traído el libre comercio, UNA VEZ QUE EL DINERO DEJO DE SER DINERO.

El libre comercio, cuando se da en condiciones que un país, EU, produce la moneda del mundo en cantidad ilimitada, no es libre comercio. Es destrucción de todo: industrias, campo, ahorro, instituciones...es la pulverización del país, de éste y todos: la ‘globalización’.

Ni Felipe Calderón, ni nadie nos podrá sacar de un hoyo causado por la moneda falsa, si no se ataca ese problema de raíz -por muy inteligente y honrada que sea la administración del próximo presidente.

López Obrador representa el enojo y la angustia causada por la mala moneda, pero ni él, ni sus seguidores lo saben. ¿Qué esperanzas de que pudiera comenzar a resolver nuestros problemas, si no sabe su causa FUNDAMENTAL, por principio de cuentas?

La monetización de la plata sería como un BÁLSAMO para un país herido. Sería base del inicio de la concordia, una señal de nacionalismo que ansía ver la izquierda, y que a la derecha no le haría el más mínimo daño - es más, también la derecha gozaría con la posibilidad de ahorrar en plata. Sería una ESPERANZA que nos daría la nueva administración, de que nuestros problemas se están encarando de frente, con una medida tangible y visible por todos.

Por eso, seguiré insistiendo en la plata como tabla de salvación nacional; NO va a resolver todos nuestros problemas, pero - un BÁLSAMO curativo siempre es bienvenido, aunque la curación tarde...nos pone en un camino esperanzador...

Ojalá se nos haga la plata, ojalá la inteligencia de nuestros legisladores y presidente, aunada a lo que les dice el corazón y la intuición, nos proporcione la plata monetizada cuanto antes: el primer país del mundo en hacerlo ¡para Gloria de México!