La redención del Presidente Zedillo
Más que por la Constitución y por las leyes emanadas del Congreso, nuestro pueblo es gobernado por el respeto y cariño que le tienen al Presidente de la República, el jefe de nuestro gobierno.
Se gobierna a los pueblos ganándose su corazón. Quien se gana el corazón del pueblo, no tiene enemigo qué temer.
El pueblo entrega su corazón al presidente que le muestre valores, es decir, actos morales, actos que demuestran su disposición a protegerlo y llevarlo por camino de seguridad, prosperidad y paz.
El pueblo tiene instinto infalible para detectar la benevolencia de su presidente. No se le puede engañar ni un instante.
El Presidente Ernesto Zedillo puede ganarse el corazón de México, haciendo por él algo muy sencillo: darle moneda de plata. El pueblo atesora toda la plata que se acuña, porque aprecia la plata.
El Presidente Zedillo tendría que hacer lo siguiente:
- Dar instrucciones a la Casa de Moneda, de acuñar plata pura en cantidades ilimitadas.
- Ordenar a los bancos, a abrir cuentas de depósito denominadas en plata, y a efectuar préstamos denominados en plata.
El pueblo podría así, ahorrar en plata sin tener que atesorar su plata guardándola en casa. El efecto sería electrificante. El pueblo respondería con júbilo.
El Presidente Zedillo se ganaría totalmente el corazón de los mexicanos, y su autoridad sería indiscutible en México. Es lo más importante que puede hacer el Presidente Zedillo por México.