¿Por qué el oro y la plata son dinero?
Vale la pena adentrarse en este tema.
No es difícil conocer la razón por la cual el oro y la plata son dinero.
Todo cuanto podemos comprar y vender - bienes o servicios - tienen una característica en común: que son vendibles y comprables. Pero no todas las cosas son vendibles y comprables con la misma facilidad.
Hagamos una lista de cosas, por vía de ejemplo:
5 ranchos en Chihuahua.
5 casas en Lomas de Chapultepec
5 casas en la Colonia Roma del D.F.
5 automóviles Grand Marquis
5 automóviles VW sedán
5 camiones cargados de prendas de vestir
5 camiones cargados de leche en polvo.
5 toneladas de plata pura
5 toneladas de oro puro.
Supongamos que somos dueños de cinco ranchos en Chihuahua, y que por necesidad tenemos que vender uno. Vamos a batallar bastante para conseguir un cliente; posiblemente tardemos meses en dar con un cliente que nos ofrezca una suma parecida a la que pedimos por el rancho. Si tenemos urgencia, vamos a vernos obligados a darle un descuento a nuestro cliente.
Si por desgracia, tuviéramos que vender todos los cinco en plazo muy breve, sale sobrando decir que tendríamos que rematarlos a un precio mucho muy inferior al que podríamos lograr vendiendo uno sólo, con bastante tiempo disponible para dar con el cliente apropiado.
Todo lo anterior, quiere decir que una propiedad de cinco ranchos en Chihuahua, carece de liquidez.
Pasemos al caso de ser propietarios de cinco casas en Las Lomas de Chapultepec. El caso es parecido al anterior, pero la falta de liquidez de estas casas, es menor. Se pueden vender sin tanto sacrificio.
Las cinco casas de la Colonia Roma, son también ilíquidas, pero sin embargo, su venta no es tan problemática como la venta de casas en Las Lomas.
Los cinco Grand Marquis presentan cierta dificultad para venderse, sin embargo, para deshacernos rápidamente de cinco de estos automóviles, no tenemos que dar un descuento tan grande como en el caso de querer liquidar cinco casas en la Colonia Roma. Y a su vez, los cinco VW sedán son mucho más líquidables, que los Grand Marquis.
Las prendas de vestir, supongamos para efectos de este ejemplo, se pueden vender con mayor facilidad y menos descuento, que los VW, y los camiones cargados de leche en polvo pueden convertirse en pesos - liquidarse - con un sólo un pequeño descuento.
La plata pura puede venderse de un día para otro, con un descuento todavía menor, especialmente si está ubicada en uno de los grandes mercados del mundo - Nueva York, Suiza, Londres, etc.
Y el oro puede venderse a un precio muy cercano al que se publica diariamente en los periódicos, sin que el vendedor tenga que soportar más que un muy pequeño sacrificio.
Lo que todo lo anterior nos ilustra, es que las cosas no sólo se miden por su valor, sino que tienen otra medición, que es su liquidez.
El oro y la plata, son las mercancías que gozan de la mayor liquidez, en comparación con cualquier otro bien existente. No hay nada más líquido que el oro, y por esto, el oro es dinero. La plata no es tan líquida como el oro, pero después del oro, no hay otra sustancia metálica, duradera, que goce de mayor liquidez que la plata.
En el mercado mundial, se dan con frecuencia casos de compras de oro, o ventas de oro, de 100 toneladas en cuestión de días. Estas operaciones no afectan el precio del oro, más que en un porcentaje mínimo - 1 o 2%. Estas operaciones ascienden a unos $1.2 miles de millones de dólares, y el mercado casi no se da por enterado. Si en cambio, México deseara vender $1.2 miles de millones de dólares de plata en el mercado mundial, equivaldría a lanzar al mercado la producción total de unos cuatro años de ese metal. El precio, sin duda, se vería seriamente afectado - no sería imposible, en este caso muy improbable, que el precio caería a un 50% de su precio de mercado anterior. La plata no goza de la liquidez del oro. La plata es muy líquida, pero no tan liquida como el oro.