Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C.
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Moneda de Plata para México

Estabilidad y orgullo nacional

Precio Onza Libertad Fuente: Banco Azteca, Institución de Banca Múltiple.
Venta $802.00 Recompra $702.00

Palabras del Dip. Horacio Garza, Ricardo Rocha y Hugo Salinas Price durante el coctel de fin de año
martes, 2 de diciembre de 2008
ACMPP

Discursos pronunciados ante un público distinguido reunido en el Hotel Nikko de la Ciudad de México, en esa fecha.

***

Lic. Ricardo Rocha

Periodista. Director General de la Agencia ‘Detrás de la Noticia'.

Plata es patria, porque el águila brava de nuestro escudo se divierte jugando a los volados con la vida, y a veces, con la muerte…

Plata es patria, porque es la entraña misma de nuestra tierra…

Plata es patria, porque es el testimonio vivo de nuestra historia…

Plata es patria, porque es palabra, es compromiso y es verdad, cuando “hablamos en plata”…

Plata es patria, que rodando, rodando, nos ha presumido en todo el mundo, sin pasaporte, pero orgullosamente mexicana…

Plata es patria, porque no es la promesa del papel, sino la garantía metálica

del hoy, y del mañana…

Plata es patria, porque es constante y porque es sonante…

Plata es patria, porque nos llena la incertidumbre de certezas…

Plata es patria, porque en sus minas se forjó el país. Si no, que lo digan Zacatecas, Guanajuato, Durango, y tantas otras platerías…

Plata es patria, porque es salud frente a la enfermedad, porque es alegría contra el sufrimiento, porque es libertad, y nunca esclavitud; porque es hoy, y será mañana…

Plata es patria, porque es soberanía frente a las acechanzas tramposas que vienen de fuera…

Plata es patria, porque una es tan sólida como la otra, fuertes y duraderas, más allá de los yerros y los caprichos temporales…

Plata es patria, porque la plata es cierta, como la patria; tangible, como moneda en la mano y esperanza en el corazón…

Plata es patria, por mujer, por bella, ¡por brillante!

Plata es patria, como la que todos queremos para este país que es nuestra casa común, la única que tenemos.

Para Don Hugo Salinas Price, en este día inolvidable. Gracias por escucharme.

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Dip. Horacio Garza Garza

Diputado Federal por el PRI, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y presidente de la Asociación de Legisladores a Favor de la Moneda de Plata.

Muy buenas noches señoras y señores.

Antes de iniciar, quisiera agradecer la invitación a este gran evento por parte de Don Hugo Salinas Price. En verdad admiro la fortaleza y entrega con la que ha defendido la causa durante estos años y no me queda duda de su compromiso con el país y con las causas más justas y sensatas; la insensatez y la injusticia están por otro lado.

Hoy más que nunca debemos cuestionarnos algunos principios económicos doctrinarios que se han desmoronado. Hace un año, nadie ponía en duda la capacidad de la banca internacional para invertir los recursos que capta del público. Suponíamos que los mercados tenían los mecanismos para que se diera la movilidad del capital y que, a través de las calificadoras, obtendríamos la información necesaria para saber en qué instrumentos poner nuestro patrimonio sin exponerlo; hoy, los gobiernos están utilizando el dinero de los contribuyentes para salvaguardar el voraz sistema financiero mundial.

Hace cuatro meses, unas finanzas públicas sanas, junto con medidas de mercado abierto, garantizaban que nuestra moneda se mantuviera fuerte. Incluso, grandes empresas mexicanas estuvieron dispuestas a apostarle a la solidez del tipo de cambio del peso; ahora sabemos que, en momentos de crisis, la confianza en las monedas de mercados emergentes, no tiene comparación con la que tienen las grandes economías internacionales. Las empresas han recurrido al dólar ante la aversión al riesgo y ante la carencia de alternativas, y el peso se ha depreciado considerablemente, dañando el patrimonio de todos los mexicanos.

Muchos de los economistas que ocupan las posiciones más importantes en el Estado Mexicano han dado por hecho que el peso fiduciario debe ser la única moneda circulante de curso legal. Resultaría absurdo que una vez más prefiriéramos el dogma de ciertos principios económicos al uso de la razón para debatir la alternativa de introducir la onza de plata ‘Libertad' al sistema monetario.

En este país hemos tratado de legislar a favor de los usuarios del sistema financiero para que absolutamente todos los mexicanos tengamos acceso a instrumentos de ahorro. Sin embargo, las deficiencias en la operación de nuestros bancos hacen prácticamente imposible que el ahorro signifique algún tipo de ganancia; las altas comisiones y los rendimientos por debajo de la inflación son tan sólo dos ingredientes que evidencian su ineficacia.

Ante esta coyuntura, tenemos la alternativa de monetizar la onza de plata ‘Libertad'. Como sabemos, la iniciativa que se ha presentado en la Cámara de Diputados es un primer paso. En ningún momento se está proponiendo adoptar un patrón plata; se propone poner a circular una cantidad limitada de monedas acuñadas por el Banco de México que serían ofrecidas al público garantizando los ingresos por señoreaje. Así, estas monedas circulando tendrían una equivalencia en pesos que determinaría el Banco de México y podrían estar en manos de todos los mexicanos que así lo decidieran.

Es hora de abordar de lleno el tema y que, ante la opinión pública, debatamos. Lo peor es la inmovilidad.

En esta confrontación de ideas, debemos de considerar algunos puntos: el efecto inflacionario de la propuesta es insignificante y la imposibilidad práctica de la circulación de la plata está completamente descartada, ya que la paridad en pesos, como lo señala la propuesta, la determina el Banco de México en múltiplos de cinco.

Estamos dispuestos a debatir en la Cámara de Diputados de cara a la sociedad. Nuevamente debo dejar en claro que la estrategia que hasta ahora han adoptado el Gobierno Federal y el Banco de México, en la que simplemente se ejerce presión para impedir la dictaminación de la iniciativa, ni es viable ni es ética, ante el entorno económico en el que estamos inmersos.

El imperio de la razón y de la lógica nos indica que hay que dar alternativas a los mexicanos para que puedan ahorrar. Démosle certidumbre y confianza a quienes tantas veces se han sentido defraudados. La iniciativa que esta asociación cívica ha defendido, es una aspiración de la ciudadanía y una convicción de muchos diputados y senadores; ni el Banco de México, ni los intereses más oscuros, ni los criterios más estrechos, podrán impedir que aprobemos esta ley para beneficio de todos los mexicanos.

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Sr. Hugo Salinas Price

Presidente de la Asociación Cívica Mexicana Pro Plata, A.C.

Deseo expresar mi profundo agradecimiento a todos los que nos han prestado su apoyo y su ayuda desde que iniciamos esta campaña para la monetización de la plata, que tomó la forma que actualmente tiene, desde estas mismas fechas en 2002.

A todos los distinguidos personajes que nos acompañan como observadores, un muy respetuoso saludo. Espero que este mensaje les sea de interés.

La campaña por la restauración permanente de la plata dentro del sistema monetario mexicano, en paralelo con el dinero fiat, de papel, ha tenido enorme éxito popular.

Dos encuestas realizadas por compañías encuestadoras independientes revelaron, cada una, el mismo dato: que el 81% de los mexicanos quiere tener y usar moneda de plata: una cifra sorprendente.

No me puedo imaginar otro tema sobre el cual los mexicanos se pudieran expresar con tanta unanimidad.

En esta temporada, Banco Azteca proyectaba vender más de 250,000 onzas de plata “Libertad”. Sin embargo, no podrá hacerlo, porque el Banco de México, informó que sólo podría surtirle 60,000 onzas. Lamentamos esta decisión del Banco de México.

Estamos contemplando, día a día, el colapso mundial del castillo de naipes económico que se construyó a partir de 1971, cuando los EU se negaron a cumplir con su obligación de redimir los dólares en poder de bancos centrales del mundo, con oro, a razón de una onza de oro por cada $35 dólares. Obligación que contrajeron con la firma del Tratado de Bretton Woods, de 1944.

El castillo de naipes se cae y seguirá cayendo. No hay poder alguno que pueda impedir su colapso, a pesar de que se movilizan ya, millones de millones de dólares para intentar su rescate. Cantidades que por su magnitud, revelan una ridícula impostura: querer que se considere como valioso, lo que carece de existencia real, pues el dólar no es más que un número, carente de alguna cualidad que lo sitúe dentro del ámbito de lo que existe. Un billón de ceros, aunque sea un billón, sigue siendo cero.

Los Estados Unidos han incurrido un déficit fiscal de 1.5 millones de millones de dólares, en 14 meses, en un esfuerzo apanicado por sostener este castillo de naipes que ha creado su sistema financiero. Esto es más que 10% de producto bruto nacional de Estados Unidos. Se proyecta que en el año fiscal que corre, el déficit será de $2 millones de millones de dólares.

Ya en 2003, anunciamos en un libro “La Zozobra del Papel Dinero”, lo que tenía que suceder; ya está sucediendo.

Fortunas que se consideraban enormes, se han convertido en polvo. Gigantescos bancos han quebrado. Uno de los más grandes, Citibank, dueño de un importante banco mexicano, está totalmente quebrado y se ha convertido en un “Banco Zombie” – un banco muerto que sigue operando gracias a transfusiones colosales de fondos públicos por el gobierno de los EU, a cargo de los que pagarán impuestos. La enorme planta industrial de EU de antaño, ha muerto.

En el extremo del pesimismo, algunos analistas financieros serios piensan que es posible que los EU van a entrar en moratoria al estilo Argentina, el año entrante.

Todo esto, nos tendrá que afectar gravemente; es posible que al desembocar la crisis en México se produzcan problemas sociales masivos y violentos.

Fue previendo todo esto, que propusimos desde 1995, la monetización de la onza “Libertad” de plata, para que nuestra población tuviera un refugio seguro donde colocar siquiera una parte de sus ahorros. Ahorros que en días próximos, podrían haber salvado de la ruina a miles de familias mexicanas.

Tristemente, no se ha podido lograr ese objetivo, porque el Banco de México ha querido a toda costa adherirse al modelo del castillo de naipes que ahora colapsa.

¿En qué consistió el castillo de naipes? Consistió en una expansión de crédito mundial continua, irrestricta, desde 1971. Esta expansión de crédito bancario – crédito fabricado en libros, de la nada – produjo un aparente auge. Decimos aparente, porque toda expansión de crédito y del dinero en circulación, que nace de la nada, produce distorsiones económicas, produce malas inversiones y exceso de consumo, errores que no se reconocen pues quedan encubiertos bajo la expansión.

La expansión de crédito aumentó hasta tomar un ritmo desenfrenado, alocado. Las malas inversiones se multiplicaron en el área financiera, sofocando todo esfuerzo productivo real. En México, lo mejor de nuestra juventud mexicana ha tenido la ilusión de estudiar para entrar en “Finanzas”. Hoy, ve que su ilusión fue sólo eso, una ilusión. Las finanzas colapsan, destruyendo fortunas, grandes y pequeñas.

En el otoño pasado, culminó la borrachera financiera y ha comenzado la cruda mundial. El crédito está paralizado; el sistema financiero no otorga crédito, porque los grandes bancos del extranjero saben que sus activos consisten en pura chatarra, se preparan para las pérdidas que van a tener que reconocer acumulando efectivo y no desean prestar.

Aquí, nosotros los mexicanos aún tenemos la posibilidad de lograr que se monetice la plata, para que circule permanentemente en nuestro país.

La medida es tan noble, que aquí están presentes hombres y mujeres que representan todo el espectro político de México; políticos de todos los partidos de México están aquí, esta noche; éste es un acontecimiento singular, admirable. México les agradece de corazón, su presencia; lo cual me atrevo a afirmar, porque sé que 81% de los mexicanos aprueba mis palabras.

La plata monetizada tendría para México un efecto electrificante, causa de júbilo nacional. Es una medida fresca que se aparta del paradigma de papel dinero que colapsa en el mundo y que los grandes líderes del mundo insisten en apoyar y revivir a toda costa. La plata infunde confianza, esperanza y unidad nacional. La monetización de la plata no le cuesta al Erario un solo centavo. Es una medida que se introduce en paralelo con lo que existe, sin causar una volcadura económica nacional.

Ahora quiero anunciarles algo que no había yo querido anunciar hasta ahora. Se trata de las consecuencias macro-económicas para México, de la monetización de la plata. Siempre me he referido al beneficio que la plata significa para la familia mexicana: que las familias pobres que no están en la miseria, puedan evitar caer en ella. Que las familias de la clase media, puedan evitar caer en la pobreza. Que se pueda mantener íntegro, el tejido social.

Ahora hablaré de la enorme importancia que tendrá la monetización en nuestra economía a nivel nacional e internacional y al hacerlo, aprovecho para agradecer la presencia del Cuerpo Diplomático acreditado en México, Embajadores de América y de otros países que siguen con atención el Proyecto de monetizar la plata. Muchas gracias por su interés y participación.

El mundo está hambriento de dinero real, tangible, indevaluable. Los casi 7 mil millones de seres humanos en el planeta, no tienen acceso a un dinero con esas características. Así como el dinero de plata será un refugio para nosotros los mexicanos, lo será para todo el mundo.

Nuestra plata, convertida en dinero, será buscada ansiosamente por ahorradores en todo el mundo, especialmente porque está diseñada para subir de valor monetario, al subir el valor de la plata en los mercados.

La monetización de la plata, por el Congreso mexicano, significa la creación de golpe, de una importantísima industria mexicana que proveerá al mundo de un super-producto, la onza de plata convertida en dinero.

Digo que nuestra onza “Libertad” será un super-producto, porque el mundo está entrando en una etapa en la que la compra de autos, de televisores, de teléfonos celulares, de cámaras digitales, de computadoras y de mil otros objetos, la compra de todas estas cosas será menos urgente que la compra de la onza de plata mexicana “Libertad”, convertida en dinero.

Hay un hambre mundial, para una moneda como nuestra onza “Libertad”.

Al dirigir parte de nuestra producción anual de 100 millones de onzas a la monetización, le restaremos producto al mercado industrial. Al hacer eso, veremos que la onza en lingote sube a $20, a $40, a $50 dólares o más.

Si exportamos la mitad de nuestra producción de plata en forma monetizada, a razón de $60 dólares la onza, tenemos una exportación anual de $3 mil millones de dólares. La otra mitad, se venderá a un precio menor, por consistir en lingotes de plata. Habiendo subido el precio del lingote a unos $50 dólares la onza, tenemos un ingreso de $2,500 millones de dólares. Total: ingresos para el país, de $5,500 millones de dólares. Actualmente, la exportación de plata, a $10 dólares la onza, produce menos de la quinta parte de esta cifra.

El señoreaje recibido por la monetización de la plata, por el Banco de México, calculado en 10% del total monetario, significaría un ingreso para Banco de México, de $300 millones de dólares anualmente. Hasta ahora, Banco de México ha insistido que la monetización tendría un “costo fiscal”, lo cual es un error. Al contrario, Banco de México realizaría un ingreso de $300 millones de dólares anuales: el equivalente de lo que le producen $15 mil millones de dólares de sus reservas, ya que éstas, colocadas a 10 años, sólo reditúan 2% anual. Este gran provecho sólo requiere que se monetice la onza de plata “Libertad”.

En el mundo que vivimos, pronto será difícil exportar artículos manufacturados. Todos los países del mundo se van a encerrar en sus economías. Renacerá el proteccionismo; los líderes de los países más poderosos del mundo, advierten seriamente contra este peligro, lo cual para nosotros es anuncio de lo que efectivamente sucederá. La “globalización” ha muerto.

Nosotros tenemos el petróleo, pero no durará para siempre; es más, la producción actual va en declive y pronto no sobrará petróleo que exportar. La exportación de plata acuñada, en un mundo postrado en severa Depresión Económica, será muy importante para el país.

La exportación de plata acuñada y monetizada surtirá de moneda a un mundo hambriento de dinero real, indevaluable; surtirá un mercado que no se nos cerrará con tarifas de importación adversas, porque la moneda de plata, siendo dinero, entrará libre de impuestos a todos los países del mundo. Esta exportación, nos permitirá importar las cosas vitales que requerirá nuestra economía para seguir en marcha.

La crisis mundial ha colocado al dólar americano a la defensiva. Posiblemente deje de ser la primera moneda de reserva mundial, próximamente.

Este momento histórico ofrece la oportunidad para que la plata renazca como la moneda de América Latina, un movimiento encabezado por México al monetizar su plata. La plata volvería así al escenario monetario mundial, tras un siglo de haber sido desplazada por las presiones del eje Americano/Británico a principios del Siglo 20, que nos obligó a abandonar la plata a favor del oro, en gran detrimento nuestro.

Con la aprobación de la monetización de la onza “Libertad”, se iniciaría una nueva época en la historia de México y de América Latina.

La opinión general en la Cámara de Diputados, así como en el Senado, es muy favorable a la monetización.

Los Legisladores sólo aguardan que un puñado de líderes decida que se ha de aprobar, para que se convierta en realidad esta medida tan noble y benéfica.

Si se aprueba, o no se aprueba la monetización ya no queda dentro de nuestra responsabilidad.

La aprobación significa la Gloria para México, al convertirse en proveedor de moneda real, tangible, al mundo. La no aprobación significa el menoscabo del potencial de México.

A todos los presentes, de parte del 81% de los mexicanos, les doy las gracias, efusivamente, por su apoyo a la monetización de la plata.