El prestigio de Guillermo Ortiz y la moneda de plata: opinión de un analista norteamericano

jueves, 29 de enero de 2009

Patrick Patterson

Carta recibida por correo electrónico en nuestra página de Internet, el 28 de enero de 2009.

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Washington, D. C., 28 de enero de 2009.

Señor Hugo Salinas:

Creo que su lucha continua por convencer al Banco de México de monetizar la onza de plata “Libertad” será sin duda exitosa, pues en la medida que la Eurozona, el Reino Unido, los Estados Unidos e incluso China se precipiten por el despeñadero de usar más deuda para cancelar deuda, el Banco de México será testigo de esa demencia, y entenderá que México es la única nación posicionada para proteger a su población de la crisis y liderar al resto del mundo hacia el camino de la recuperación.

Lo digo por varias razones. En primer lugar, porque los banqueros centrales de México serán los primeros en atestiguar, durante 2009, el insensato fracaso de querer estimular la economía creando deuda para cancelar más deuda. Uno de los resultados más escalofriantes que el Banco de México va a constatar es el efecto pernicioso que tendrán las crecientes inyecciones de dinero en los Estados Unidos, la Eurozona y las demás naciones donde se está creando más y más dinero fiat. El Banco de México verá la agonía en las vecinas Texas y Arizona, de decenas de miles de asalariados que descubrirán cómo sus esfuerzos por ahorrar y economizar serán inútiles en vista de la exorbitante emisión de dinero de papel por parte de la Reserva Federal. Las autoridades del Banco de México verán y escucharán por televisión las protestas desesperadas de miles de manifestantes en las calles de Zaragoza, Paris, Milán, Londres y otras ciudades, cuando descubran que sus gobiernos los han hundido cada vez más en un torbellino sin salida, con mayores impuestos para tratar de cubrir su deuda creciente. El intento de los trabajadores por ahorrar terminará cuando descubran que sus pedazos de papel no son más que recibos de deuda que ya no alcanzan para mantener a su familia.

La segunda razón por la que estoy seguro que sus razonamientos y su proyecto serán muy pronto escuchados por el Banco de México es sencilla. ¿Qué razón puede tener el señor Guillermo Ortiz para desear que su increíble y exitosa reputación acabe igual que la de Alan Greenspan? Él es el primero a quien le conviene entender lo mucho que puede perder si no escucha los argumentos que usted le ofrece. Desde 1994 el Señor Ortiz ha logrado un buen número de seguidores. ¿Quién además de él, en cualquier nación, puede presumir logros en el mundo de las finanzas internacionales? Desde luego, él no logró esto solo, pero es en su nombre que se conoce el “milagro mexicano”. Estoy seguro que el señor Ortíz no va a permitir que se pierda toda la reputación que ha ganado oponiéndose a los principios que, como bien sabe, son los únicos que funcionan. Al mantener altas las tasas de interés y acreditar reservas de $80 mil millones de dólares, el señor Ortiz ha brindado a los mexicanos cierta protección frente a la crisis. Pero lo más sorprendente es que lo haya hecho siendo Secretario de Hacienda y Gobernador del Banco Central de un país en donde el 75% de la población no usa los bancos.

Ahora que la humanidad se estremece bajo el peso de una deuda colosal, al señor Ortiz se le presenta la oportunidad de desplegar todo su talento mediante un liderazgo innovador, de parte de México, actuando como un modelo a seguir por el resto del mundo. De un solo golpe, el señor Ortiz puede adoptar la medida que usted propone dentro de un plan de estímulo que él mismo sugiera, un plan correcto, basado en el ahorro como estímulo, y no en más y más deuda. El proyecto del señor Ortiz será un plan que cualquier keynesiano va a aplaudir. Al monetizar la plata creará para México una reputación mundial, pues en cuanto se introduzca la onza “Libertad” en circulación, se revalorizarán los recursos naturales del país y se estimulará el ahorro de todos los mexicanos, ricos y pobres. Como usted bien lo ha dicho, ahorrar en plata no es inflacionario. Al contrario, se acrecentará un ahorro que podrá servir como colateral para préstamos sanos que incentivarán la economía productiva, reduciendo el costo del capital y creando una red financiera segura. Esto se convertirá en fondos protegidos contra el tsunami de inflación mundial que se avecina.

Le deseo lo mejor en sus esfuerzos por convencer al Banco de México de adoptar cuanto antes esa medida, que es a la vez sencilla y de gran valor. Esta será una bendición para todos los mexicanos, un éxito más para el señor Ortiz y un modelo digno de ser considerado por todos los países.

Con los mejores deseos,

Patrick Patterson

Senior Analyst de The Balanced Scorecard for Government, Inc.

Washington, D.C.