Las reservas monetarias internacionales alcanzaron una nueva marca a principios de este septiembre: su monto asciende a poco más de $12,000,000,000,000 Dólares. (Doce millones de millones de dólares, al traducir el valor de todas las reservas a dólares. La mayor parte de las reservas están en Dólares; el resto se reparte entre Euros, Libras Esterlinas, Yenes y Francos Suizos).
¿Qué significa este número colosal?
Las reservas miden la cantidad de crédito que han otorgado los países exportadores del mundo, a los países (o zonas como la Unión Monetaria Europea) que emiten monedas consideradas dignas de fungir como reservas para los bancos centrales del mundo. De que se trata de crédito queda plenamente demostrado, porque los doce mil millones de reservas en Dólares, Euros, etc., están invertidas en bonos, que son promesas de pago de EU, de la Unión Monetaria Europea u otros, y los tenedores de promesas de pago – bonos – son acreedores, es decir han extendido crédito.
Las reservas monetarias del Banco de México figuran como parte de la suma mencionada. Lo cual significa que México extiende crédito, principalmente a EU, porque la mayoría de las reservas de Banxico están en bonos en dólares.
Extender crédito significa que México no ha cobrado todo lo que se le debe. Estamos financiando a EU, a Europa y otros que emiten Dólares, Euros, etc., por los montos de reservas de Banxico en bonos denominados en Dólares o en otras monedas de reserva.
Desde agosto 1971, cuando los países del mundo dejaron de tener la opción de recibir oro en pago de sus superávit en balanza de pagos, o de extender crédito al recibir dólares como resultado de ese superávit, se inició el aumento en la cantidad de reservas monetarias en el mundo. A falta de oro en pago, el mundo se vio obligado a otorgar crédito mientras llegaba el verdadero pago – que nunca llegó, y jamás llegará.
La verdad pelona es que doce millones de millones de dólares son el tributo imperial que todos los países que no emiten una moneda de reserva han pagado a los emisores de monedas de reserva, en el curso de 43 años. No puede ser otra cosa que tributo imperial, porque doce millones de millones de dólares en crédito extendido, toman la forma de bonos que no se pagarán jamás. Las exportaciones por las cuales se reciben bonos que no se pagarán, son el tributo que el mundo exportador ha entregado al Imperio Americano y a Europa, principalmente.
Nunca en la historia, se ha visto semejante carga de tributo impuesta al mundo.
Sólo la entrega de oro puede constituir verdadero pago de deudas internacionales.
Mientras no se pague oro, seguirá el mundo pagando tributo a los países o zonas que emiten monedas de reserva, en detrimento injusto de los exportadores y en provecho injusto de los emisores de esas “monedas de reserva”, que sólo existen como dígitos en computadoras.