Cuando era joven, (esta frase me encanta), cada vez que contrariando los consejos de papá o mamá hacíamos algo indebido, inconveniente o peligroso y el resultado era algún problema, la venganza paterna era la frase: ¡ TE LO DIJE ! y ¡como gozaban diciéndola!.
Por supuesto, a mi vez, con mis hijos el proceso se repite. En la profesión, también se disfruta la vengativa frase. ¡ TE LO DIJE !, ¡SE LOS DIJE!.
En estos días se han publicado dos artículos que están correlacionados; el primero, en el Reforma, sección de Negocios, el martes 20 de abril, firmado por José Vales. "Debaten soltar el peso argentino".
Argentina fue, hasta hace poco, la inspiración para los "Dollar Boy's". El ejemplo, el paradigma.
Mire Ud., instala su caja de conversión y ¡ Presto ! una boyante economía. La inflación al piso, una exportación muy productiva... Vaya, hasta se empezaban a ver simpáticos los futbolistas argentinos.
Sesudos artículos del Sr. Hanke, algún premio Nobel que daba su opinión exaltando la dolarización...y los tontos éramos los demás, que no queríamos entender.
Pero sucede que la relación de valor del dólar con otras monedas afecta su comercio exterior; si una moneda se devalúa, eso significa, para los E.U., importaciones baratas. Pero para el país exportador cuya moneda esté casada con el dólar, significa exportaciones caras. Y si usted tiene una economía de exportación, significa que esa economía se seca.
Después de nueve años de matrimonio peso-dólar, hay voces en Argentina que claman por el divorcio.
El articulo de José Vales es sumamente explícito. Si no hay control de política monetaria, la cuestión de soberanía no tiene nada de romántico; es una necesidad, hay una razón práctica para reclamarla.
Ahora los argentinos están buscando una manera de salir de su actual posición. Según el articulo, el Sr. Alvarez Gaiani, ex presidente de la Unión Industrial Argentina, UIA , dijo lo siguiente:
Argentina está en una depresión. El país está estancado en el fondo de un barril, sin miras de crecimiento. La situación social en los próximos meses puede ser explosiva. Nadie va a proponer una devaluación porque sí, pero debemos empezar a discutir una estrategia para salir de la convertibilidad.
Añade el articulo "A pesar de que las tarifas públicas y los precios están dolarizados y ahogan a los sectores más postergados de la sociedad, el 50% de los argentinos cree sin el peso atado a la moneda estadounidense se vivirá peor... "
La situación que comenta este articulo es el resultado previsible de ciertos hechos que los "Dollar Boys" han ignorado, deliberadamente o simplemente por superficialidad. Los intereses de los E.U. son distintos, opuestos, a los de sus socios comerciales, como les gusta llamarlos. Viviendo más allá de sus medios, principales consumidores de petróleo, minerales, productos electrónicos, etc. los norteamericanos constituyen una economía importadora, que paga con dólares que ella misma emite, fabrica, hasta ahora, sin control y sin dar cuentas a nadie. Argentina, Brasil, México, Ecuador, Chile, Singapur, Corea, Hong Kong etc. tienen en mayor o menor grado, economías de exportación. Una revaluación del dólar significa para el que tiene su moneda casada con éste, encarecimiento de sus productos, pérdida de competitividad. E internamente, desempleo, cierre e inclusive desaparición de empresas medianas y pequeñas.
Curiosamente, nadie menciona lo obvio: ¡ El problema es la calidad de la moneda !. Vaya, ni siquiera algún premio Nobel despistado lo ha dicho.
Hay una diferencia entre una moneda dura, de valor real como podría ser una moneda de plata y una moneda fiduciaria, una diferencia muy sutíl: una moneda de plata es en si misma el pago, el finiquito de la transacción comercial y la moneda fiduciaria, es una promesa de pago. Pero resulta que su valor es convencional, sujeto no solo a fluctuaciones, sino a manipulaciones y especulación. Sin quitar el dedo del renglón, se inclinan hacia la dolarización o contra la dolarización, dicen que la dolarización de América Latina "aún está lejos"... Pero eluden considerar la moneda de plata, que pondría en el futuro cercano la moneda común panamericana.
Añádase, por supuesto, que una moneda fuerte de plata bajaría las tasas de interés internas, estimularía las operaciones de crédito y por lo tanto el desarrollo de la industria de la construcción, reforzando el mercado interno; la exportación dejaría de ser compulsiva y pasaría a ser marginal y selectiva.
El segundo articulo, preeminentemente publicado en el financiero, primera plana del día Jueves 22 de abril de 1999: "Dolarización, previa consulta con E.U. : Rubin" (Dolia Estévez / A. Salgado)
El primer párrafo del articulo, como decían los clásicos, no tiene desperdicio:
Washington, DC, 21 de abril.- El gobierno estadounidense y el Fondo Monetario Internacional cerraron el paso a los grupos o autoridades de países en desarrollo que han propuesto dolarizar sus economías.
Es un club exclusivo, sabe Usted. Don Michel Camdessus, director gerente del FMI, pide a los países latino americanos que reflexionen. El Sr. Robert Rubin, secretario del Tesoro de los E.U., advierte, para guardar las formas: "aunque constituye una decisión soberana, el uso del dólar como moneda propia representa una medida que debe ser consultada previamente con la Casa Blanca" . Y sigue: ..."a quienes recientemente han considerado" esa posibilidad, que de entrada la dolarización ofrece la atractiva promesa de la estabilidad, pero también implica "consecuencias potenciales" para los países que la adopten porque no contarán con la autonomía para ajustar el tipo de cambio (¡Precioso comentario, Sr. Rubín, lo voy a enmarcar!) o la dirección de las tasas de interés internas. Y sigue la joya, que recomiendo leer.
Psst...Psst...Oiga Ud. Mister Rubin; pregunta Carlos Menem si la desdolarización también la tienen que consultar con la Casa Blanca o si se arrancan así nomás, en decisión soberana.