El 21 abril pasado, se informó en "The Wall Street Journal" de la ciudad de Nueva York, que el déficit comercial de los Estados Unidos se amplió a una cifra record en el mes de febrero.
En febrero, los americanos tuvieron un déficit comercial – exceso de importaciones sobre exportaciones – de ¡$19.44 mil millones de dólares! Este déficit no es el acumulado de un año, es de sólo un mes.
Estimados lectores: "el déficit comercial" quiere decir una cosa para los americanos, y otra cosa para el resto del mundo.
Para los americanos, significa que recibieron tributo, mercancías que no pagan, del resto del mundo, por la colosal cantidad de $19,400,000,000 de dólares en febrero de 1999. El tributo que nosotros los mexicanos contribuimos, fue de $1,830,000,000 dólares. Esas fueron mercancías que nosotros enviamos a los E.U., y que ellos nos "pagaron" no con otras mercancías, sino con papelitos verdes. Enviamos mercancías, a cambio de papelitos, por $1,830,000,000 dólares. Esto es en verdad, tributo para los Estados Unidos.
Un poco de Historia: cuando la República Romana conquistó el Medio Oriente, vino tanto tributo de esas provincias, que se destruyeron las bases económicas y sociales de la República. Tanta riqueza importada, y tantos esclavos, volvió incosteable la agricultura. Los romanos se acostumbraron a vivir no del trabajo republicano, sino del tributo imperial.
Esto está ocurriendo en E.U. donde las importaciones sofocan la producción nacional de E.U. Cada día es menos costeable producir algo en E.U. La presión sindical aumenta día con día, en contra de las importaciones y a favor de barreras a las importaciones.
II
Los papeles verdes que salen de E.U. en una torrente cada vez mayor (el año de 1998, los papeles sumaron $233,000,000,000 dólares) van a dar, en parte, a las "Reservas" de los Bancos Centrales del resto del mundo. Cuando esos Bancos Centrales reciben los dólares de sus paisanos, los tienen que pagar con la moneda local, que en nuestro caso sería el peso mexicano.
Así que entre mayor "déficit comercial" tienen los americanos, más moneda circulante hay en el resto del mundo. O sea, que los americanos están exportando su inflación monetaria.
Sus dólares no hacen subir los precios en E.U.; hacen subir los precios en resto del mundo.
Al subir nuestros precios, suben nuestros costos. Al subir los costos, disminuyen las exportaciones. Al disminuir las exportaciones, recibimos menos dólares. Al recibir menos dólares, vamos rumbo a la devaluación. Con la devaluación, se arruina el ahorro, se destruye al sistema financiero, y se quiebra al sistema productivo.
Las devaluaciones que hemos padecido desde hace un cuarto de siglo no son únicamente por culpa nuestra. Parte de la causa de las devaluaciones ha sido el desorden en el gasto gubernamental, que quiso pagar sus gastos con dinero recién impreso, y no con dinero recogido de impuestos.
Pero la otra causa de las devaluaciones es de origen "sistémico", en un sistema monetario que hace que el valor de nuestra moneda, dependa de la existencia de dólares en las reservas.
Esta causa se ignora. Los fracasos los atribuimos a nuestras deficiencias, a nuestra ineptitud, a nuestra corrupción.
III
Los Estados Unidos están gravemente enfermos. Su producción nacional no halla mercados en el mundo; pero su moneda, como es "moneda de reserva" mundial, es aceptada en pago en todo el mundo. El sistema está desbocado. El tributo llega a raudales cada vez mayores: al concluir este año 1999, superará los $300,000,000,000 dólares. La llegada del tributo, sofoca la producción. ¿Para qué, y cómo, producir, si todo llega baratísimo del extranjero?
Esos $300,000,000,000 de dólares, irán a inflar las reservas mundiales (hacer click aquí para ver la gráfica). Nótese en la gráfica cómo el sistema monetario mundial, basado en reservas de dólares, está en una verdadera explosión a partir de 1970.
El actual sistema monetario mundial, basado en reservas de dólares, está en explosión, no en una condición estable. No es aconsejable adoptar el dólar como moneda, por simple cautela económica. No nos conviene usar el dólar como moneda, porque tal medida histórica, tiene que juzgarse en términos históricos, y en esos términos, en un abrir y cerrar de ojos, el actual sistema monetario se habrá colapsado.
IV
Estamos en grave peligro. Nos llegan noticias de que en Estados Unidos, los personajes de las finanzas internacionales consultan entre ellos, sobre si conviene o no la dolarización a México y a América Latina. Rubin, Greenspan, Summers y Camdessus opinan en forma ambigua al respecto y entran en cónclave.
Lo que no se quiere o no se puede hacer, no se discute. Lo que se discute, sobre lo que se "escuchan" opiniones, es sobre lo que está decidido.
Creo que es probable que los E.U. se decidan por la dolarización de América Latina.
El grave peligro es que nosotros, quebrantados económicamente y moralmente por devaluaciones de nuestra moneda de papel, pacíficamente accedamos a entregarnos.
De un mal, iríamos a otro mayor, la pérdida de la nacionalidad.
Nuestra única salvación, radica en la moneda dura, de plata.
¿Qué hacer? Amigos, si supiéramos que hacer, lo estaríamos haciendo. Lo único que podemos hacer, es presentar las verdades en esta página, en la forma más clara posible. Si alguien tiene alguna idea sobre qué hacer para impulsar la plata, escríbanos a plata@plata.com.mx