Jueves, 1 Septiembre 2005
Hugo Salinas Price
Limantour se halló frente a un dilema insoluble; por una parte, deseaba retener la plata mexicana en circulación y por otra parte, deseaba que la base de nuestro sistema monetario fuese el oro, para que México pudiera acceder los mercados de capital y atraer inversiones extranjeras a México. El resultado imprevisto de la Reforma Monetaria de 1905 fue que aceleró la llegada de la Revolución por el descontento que causó en su vano intento por reconciliar dos elementos irreconciliables, la plata y el oro a paridad fija, dentro de un peso mexicano